CAPÍTULO 37

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Nadie podrá reemplazarme nunca como Cui Buqu.


Qiao Xian se apresuró a regresar a la mansión y descubrió que Fo Er no estaba ahí en absoluto y reconoció de inmediato que había sido engañada por Feng Xiao.

Cuando pensó en que Cui Buqu seguía al lado de Feng Xiao, se dio prisa en correr de vuelta, pero quién sabría que se reuniría con Cui Buqu mientras regresaba, incluso estaba siguiéndolo un hombre de la Oficina Jiejian y otra persona.

—Este es el discípulo de Fo Er. Fue capturado por Feng Xiao. Sostenlo, así podremos usarlo como nuestra ventaja cuando Fo Er aparezca —Cui Buqu dijo.

Hablaba sobre una persona viva como si fuera una herramienta, pero Qiao Xian lucía como si esto fuera completamente normal y obedeció, permitiendo que los otros condujeran al discípulo de Fo Er.

Originalmente, Song Ji estaba preparado para ser interrogado y había planeado permanecer en silencio hasta la muerte, pero no había esperado que la otra parte no preguntara ni siquiera una sola cosa, sino que se lo estaban llevando. En cambio, esto lo hizo entrar en pánico y gritar en su chino no fluido:

—¿A dónde quieren llevarme? ¡Mi maestro nunca los dejará ir!

Justo cuando Cui Buqu quería entrar a la mansión, se detuvo y se dio la vuelta, acercándose a él.

—Tienes una manera de contactarte con tu tutor, ¿cierto?

Song Ji cerró su boca, su rostro se acribilló con disgusto.

Cui Buqu se giró hacia Qiao Xian.

—Menciónale los métodos de tortura de la Oficina Zuoyue.

—Sí, señor —Qiao Xian respondió sin emoción—. Bosha Touyue, usando capas de tela empapada con agua y poniéndolas sobre tu rostro, prohibiéndote respirar y sofocarte hasta la muerte. Además de esto, también removemos tus rótulas y los tendones de tu mano, te desnudamos y te lanzamos dentro de un cuerpo de agua, dejando que algunas serpientes hambrientas se den un festín con tu carne. Con tus propios ojos puedes mirar cómo tus manos y piernas son vencidos lentamente hasta que se coman toda tu carne y rompan tu garganta. Esto se llama Bainiao Chaofeng. También están las torturas Jixiang Ruyi y Bamian Linglong. ¿Cuál te gusta? Puedo explicártelas una por una.

(N/T/E: notas al final porque son algo largas entre todas.)

La expresión de Song Ji se tornó mortífera rápidamente mientras tanto, sintiendo que su cuerpo entero se estremecía.

Su chino no era excelente, pero no tenía problema entendiendo el lenguaje. En ese momento, Song Ji sintió que la gente de las Llanuras Centrales era realmente aterradora. Incluso podrían darle nombres tan hermosos a las sentencias de tortura que eran crueles, a diferencia de cualquier otra. Sin importar lo que eran Jixiang Ruyi y Bamian Linlong, solo necesitó escuchar sus nombres y supo de inmediato que estaban repletas de horrores y terrores que ni siquiera podía comenzar a imaginarse.

—¡Qué es lo que quieren todos ustedes! —Su tono se rindió a su miedo.

—Contacta a tu tutor y pídele ayuda, así vendrá —Qiao Xian le dijo.

—Seguro que quieren matarlo. ¡No los dejaré hacerlo! —Song Ji dijo obstinadamente.

—No vamos a matarlo, pero ya que te niegas a hablar, también podemos utilizar otros métodos para hacerle saber que tú estás aquí —le contestó Cui Buqu. Luego, le dijo a Qiao Xian—: Cuélgalo en la torre de bambú.

Inigualable [WS]Where stories live. Discover now