CAPÍTULO 187: Final.

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Cui Buqu, te quiero.

Advertencia: desmembramiento.


Siempre que Xiao Lu lo deseara, de todas las personas con las que había hablado, no podrían evitar considerarlo como su confidente.

Ni siquiera Cui Buqu era una excepción.

Pero Xiao Lu sabía que Cui Buqu era orgulloso en su corazón.

Xiao Lu no permitiría ninguna forma de imperfección sobre sí mismo. Lo más absurdo de todo esto era que, la primera mitad de su vida, de inicio a fin, estaba repleta de imperfecciones.

Había nacido en un clan prestigioso, pero dicho clan ya había declinado.

Era inteligente y culto, pero había sido maldecido por un Emperador incompetente y no fue altamente valorado.

Era increíblemente talentoso y tenía una memoria fotográfica. Sus niveles marciales aparecían solamente una o dos veces de diez a cien años, y, sin embargo, había nacido con una toxina en su cuerpo. Incluso cuando tenía una fundación marcial muy poderosa, como máximo, solo podía utilizarse para suprimir su toxina.

Sus planes originales habían comenzado a formarse desde que se encontraba entre la Corte en la Dinastía del Sur porque, después de todo, ese era su lugar. Los poderes de los Chen eran débiles. La fuerza de la Dinastía del Sur era complicada y hubo suficientes oportunidades para que él hiciera uso de ellos.

Pero lo que se sentía como hace mil años era la aparición de Yuwen Yihuan, la cual cambió sus pensamientos.

En aquel entonces, Zhou del Norte aún era un reino. Como la hija del Príncipe Heredero de Zhou del Norte, Yuwen Yihuan era la hija del futuro Emperador.

En su nacimiento, fue confundida con estar muerta y la olvidaron, pero dado que era una gemela idéntica del Príncipe Heredero de Zhou del Norte, su identidad era extremadamente útil. Xiao Lu formó lazos en secreto y continuó en muchas campañas clandestinas para finalmente conseguir esta oportunidad que, de otra manera, habría sido difícil de obtener.

El Festival de las Linternas duró tres días. Las muertes de Zheng Yi y Liu Fang. El masivo cambio de eventos en la mansión del Príncipe Qin. El Festival del Cumpleaños de Buda en el Templo Daxingshan. Mientras todas estas condiciones se reunían en conjunto, lo que podría haber sido un plan de perfección originalmente, había cambiado en un giro abrupto de eventos.

Si no fuera porque Cui Buqu y los demás estaban plantados en el camino, por la traición de Kuhezhen a su alianza, por sí mismo persiguiendo la perfección y asesinando al Emperador Sui primero, quizás el mundo del exterior ya habría comenzado a cambiar.

Aún entonces, no existían tantos "¿qué pasaría?" en este mundo.

Desde el inicio, Xiao Lu sabía que el camino que había elegido era como un precipicio a mil pies de altura, similar a un acantilado enorme y empinado. No tenía opción.

Incluso si había agotado toda su fuerza, tramando y maquinando durante tantos años, no podría escapar de su destino.

Ir contra el mandato de los Cielos, en última instancia, no era más que una broma.

Xiao Lu cerró sus ojos y, mientras recordaba todos los sucesos de su vida brevemente, un sentimiento un poco cómico llenó su corazón.

—No tomaré el riesgo —escuchó a Cui Buqu decir.

Xiao Lu sonrió.

—Estás asustado.

—Sí, estoy asustado —Cui Buqu respondió tranquilamente, evitando explicar más.

Inigualable [WS]Where stories live. Discover now