Inigualable [WS]

CAPÍTULO 146

Ellos eran la fuerza y la sabiduría combinadas, el cierre de las brechas entre los defectos y las virtudes.

Yuan Sansi recordó lo que un superior le había contado en una ocasión. Durante aquel año, cuando cinco artistas marciales de primer nivel emboscaron al Líder de la Secta Huanyue, sin importar cuán excelentes fueran las artes marciales de Yan Wushi, bajo el poder combinado de aquellos cinco artistas marciales de primer nivel, en última instancia, perdió su vida.

En el presente, lo que le esperaba a Feng Xiao no solo era un enemigo potencialmente formidable como Yuan Sansi. Asimismo, había otros once artistas marciales de alto nivel. Yuan Sansi creía que, en tal situación, sin mencionar a Feng Xiao, incluso si el gran maestro número uno bajo los Cielos viniera, estaría similarmente indefenso.

El Lord de Pabellón había dado las órdenes de que la vida de Cui Buqu debía mantenerse, pero en cuanto a Feng Xiao, debía ser asesinado si ponía resistencia.

Ya que ese era el caso, el día de hoy, no tenía la necesidad de mostrar misericordia.

Feng Xiao debía morir.

Los once artistas marciales se lanzaron a la vez, incluyéndose a sí mismo, indiferentemente de cuánto progresara el incidente, la muerte de Feng Xiao estaba decidida. Le era imposible salir caminando de esta taberna.

Las puertas de la taberna no estaban cerradas, pero la conmoción en el interior era suficiente para hacer que todas las personas, que eran lo suficientemente inteligentes, se mantuvieran alejadas. Además, los días subsecuentes a las lluvias horrendas y el aumento de las aguas de la inundación les habían dificultado la vida a los ciudadanos dentro de la ciudad. Nadie tenía el ánimo para venir a la taberna.

La pelea era bulliciosa sobre la viga. Sin embargo, aún hubo alguien que entró caminando.

Alguien de un humor casual, que caminaba a una velocidad relajada y agitaba un abanico, en túnicas negras.

Aquellos once artistas marciales giraron sus miradas, fijándolas sobre la persona que había entrado caminando.

En lugar de enseñarle una lección a este visitante sin invitación tonto e ignorante, le dieron una mirada extraña, como si hubieran visto un fantasma.

A pesar de que el cielo no había oscurecido completamente, ya era de noche. A medida que la vista observaba la inminente cortina nocturna, era el tiempo en el que los demonios y los fantasmas salían a vagar.

Este visitante sin invitación entró caminando como si la taberna estuviera vacía, como si no pudiera ver la lucha que sucedía sobre la viga. Eligió un lugar para sentarse y golpeó ligeramente la mesa con su abanico.

—¿Por qué no hay nadie vendiendo vino en una taberna tan agradable?

Además de su apariencia, incluso su tono y su voz eran idénticos a los de Feng Xiao.

¿Podría ser que el anterior no era el verdadero Feng Xiao, sino que este que acababa de entrar era el auténtico?

Sin mencionar a aquellos once artistas marciales de primer nivel, incluso Yuan Sansi pudo ver al nuevo Feng Xiao.

Si una persona mirara erróneamente, quizás algo estaría mal con sus ojos, pero cuando doce personas veían lo mismo, solo podría significar que, verdaderamente, un Feng Xiao idéntico había aparecido.

El elemento más tabú que tomaba lugar cuando se luchaba entre los artistas marciales de alto nivel era la distracción. Yuan Sansi solo se distrajo por el nuevo Feng Xiao durante un momento y, en la siguiente marca de un segundo, la palma que había lanzado fue penetrada. ¡Una cuerda de cítara insonora y sin aliento se lanzó en su dirección, apuntando a su rostro!