Inigualable [WS]

EXTRA 5

Durante el Festival de las Linternas del año anterior, Feng Xiao había dicho que le daría una agradable sorpresa a Cui Buqu.

En el medio de la noche, Cui Buqu, quien había estado holgazaneando en sus mantas e indispuesto a asomar su cabeza de ellas, fue recogido y luego escoltado al exterior de la ciudad en un carruaje, con los ojos vendados y en la oscuridad. Después de sufrir este tormento por un muy largo tiempo, Feng Xiao finalmente lo bajó del carruaje y lo condujo por una docena de pasos fuera, declaró que estaba impaciente y retiró la venda de sus ojos directamente.

Tras lo cual vio el objeto frente a él.

—Bien, ¿A-Cui? Este obsequio es de tu gusto, ¿cierto? —La voz orgullosa de sí misma de Feng Xiao sonó junto a su oído—. Puedes ponerlo en el patio de la Oficina Zuoyue para que sea lo primero que veas cuando salgas todos los días.

—...

¿Qué era lo que estaba viendo?

Una linterna modelada tan alta como una persona.

Esta estaba consolidada en un busto humano con cabello largo enrollado en un moño, vivaz y realista. Con mucha claridad, también era una versión magnificada de Feng Xiao.

El único pensamiento que Cui Buqu tuvo fue que la artesanía era bastante buena.

Después de ello, la linterna fue colocada en el patio de la Oficina Zuoyue. Cui Buqu hizo que alguien adhiriera un papel amarillo en la frente del Feng Xiao linterna, el cual decía "Soy Feng Xiao, dios de la puerta de la Oficina Zuoyue". Todos aquellos que la pasaban se reirían.

Este año, antes de que Feng Xiao pudiera decir algo, Cui Buqu dijo que tenía un obsequio para él.

Feng Xiao se rio.

—¡Ah, Ququ! ¡Al fin has tomado la iniciativa! ¿El sol está elevándose desde el Oeste?

Cui Buqu sonrió falsamente.

—Todo eso proviene de mis afectos profundamente enraizados por ti, Lord Feng. Tan solo estoy haciendo un intercambio de obsequios para expresar mis amables deseos.

Feng Xiao acarició la mejilla del otro, coquetamente.

—Así que los niños pueden ser enseñados.

En la noche, sus ojos fueron vendados y, después, fue llevado a las afueras de la capital.

Se encontraban en ese mismo punto, bajo ese mismo árbol.

Él se quitó la venda de sus ojos para ver una linterna en forma humana.

—Careces de originalidad. Hacer referencia a un gato doméstico para atraer a un tigre no es elegante.

—Por favor, dale un vistazo más cercano, Lord Feng.

Él lo hizo.

La linterna no era Cui Buqu, sino él, Feng Xiao.

Aunque... era un Feng Xiao con ropa desaliñada, cabello desordenado, dos manos cubriendo su pecho y una expresión azorada en su rostro.

—El trabajo de ese artesano es bastante divino, ¿no es cierto? —Cui Buqu preguntó fríamente.

—...

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Notas de Ada:

QUQU PUERKO, JAJADGSJJAAAAAAAAAAA.