Inigualable [WS]

CAPÍTULO 145

¡Creo en el amor del trasero de tu madre!

Rodeado por enemigos formidables, bajo sus miradas, las flechas de acero desprendían brillos gélidos y un segundo decidiría si todo estaba perdido.

Cui Buqu solo tenía una oportunidad para decir dos oraciones.

Y eso fue lo que hizo.

La primera oración fue: ¿Has visto la gran prisión de la oficina?

La segunda oración fue: Antes de que salieras, ¿te aseguraste de dejar a suficientes subordinados en tu estudio?

La primera oración hizo que Yang Yun frunciera su ceño y, la segunda, que su expresión palideciera.

La mano que había alzado en alto se congeló en el aire.

—¡Gobernador! —Wu Yi le urgió desde atrás.

—¿Qué hiciste? —Yang Yun sabía que debía ignorarlo, dar las órdenes y convertir a Cui Buqu en un puercoespín, pero no sabía por qué estaba dudando.

—¡Gobernador! —Wu Yi estampó sus pies ansiosamente. Daría todo por tomar la mano de Yang Yun y bajarla por sí mismo.

—¡Cui Buqu! —Yang Yun rugió.

Cui Buqu sonrió.

—Eres encontrado culpable, Gobernador Yang.

La gente ambiciosa nunca se sentiría culpable. Veían el poder como su último objetivo y ni siquiera dudarían por el costo de su legado y su vida. El mejor ejemplo sería Liu Bang de Han. Incluso cuando Xiang Yu secuestró a su padre, esposa e hijos, manteniéndolos como rehenes, aún le pidió tranquilamente que le diera una parte del botín después de que masacrara a su familia.

(N/T: era un Emperador que se priorizaba a él sobre cualquiera.)

Primero, Cui Buqu pensó que Yang Yun también era tal persona. No tenía hijos y no compartía una relación memorable con su esposa, todo esto podría ser solamente para minimizar sus debilidades y evitar que otros lo chantajearan. Pero justo ahora, cuando ambos se miraban fijamente entre sí, supo que había sobrestimado a Yang Yun. Quizás el otro no se preocupaba por los niños para que sucedieran su legado, sino que se amaba increíblemente a sí mismo.

Yang Yun tenía más de treinta años, con un pequeño bigote y barba que estaba recortada pulcramente. Incluso durante una noche tan ventosa y tormentosa, ninguno de sus cabellos o ropas estaba desordenado. No toleraba la descompostura. Además, su ubicación en la formación también tenía una trampa: había guardias a su izquierda y derecha, pero ninguno tras él. Porque, cuando algo sucediera, podría retirarse rápidamente con la protección de sus tropas y asegurar su seguridad.

Este era un hombre que le prestaba atención a la apariencia y valoraba su propia vida.

Se amaba a sí mismo más de lo que amaba a cualquier otro, así que estaba completamente bien al no tener una esposa o hijos. Siempre que estuviera viviendo bien, sería suficiente.

—Gobernador Yang, estoy suponiendo que, desde el inicio, solo querías desfalcar algunas provisiones y venderlas por riqueza. Nunca pensaste que se convertiría en la situación del día de hoy, ¿estoy en lo correcto? —Cui Buqu cuestionó.

Cuando la mano de Yang Yun no cayó, vio a través de su debilidad, por lo que tuvo suficiente de sobra para convertir la derrota en una victoria.

—Si tan solo fuera corrupción, simplemente serías despedido de tu oficina si lo confiesas a Su Majestad. Pero sería diferente si fuera traición. Colaboraste con los Trece Pabellones de Yunhai, pero no sabías que te estaban utilizando. Paso a paso, te atrajeron a una trampa, convirtiendo todo en un gran problema y empujándote hacia un precipicio. No tuviste más opción que ser conducido por la nariz.