Inigualable [WS]

CAPÍTULO 42

Solo te dejaré tener tantas veces como quieras, ¿está bien?

Qiemo era un lugar en donde diferentes tipos de personas se reunían desde todas las tierras, solo los centros turísticos eran amplios en número, pero también lo eran los incidentes donde los competidores luchaban entre sí por los clientes. El guía sabía sobre esto, así que utilizaba esta excusa con frecuencia para traer aquí a los grupos de turistas con el fin de ganar algún ingreso extra por las comisiones. Un hotel como el Hotel Tianyu estaba lleno de personas tanto de facciones legales como ilegales. Por lo tanto, les era muy común perder un artículo o dos. Mientras las vidas de todos estuvieran en manos seguras, ya era un poco de suerte masiva. Una gran cantidad de comerciantes venían a hospedarse esperando una estancia pacífica en lugar de una llena de incidentes. Incluso si algunos de sus objetos valiosos se perdían, simplemente pretenderían que los habían tirado en algún lugar. Nada se reportaría a la oficina e, incluso si se hiciera, no se tomaría ninguna acción. El Magistrado Gao Yi no podía y no sería capaz de interferir en los asuntos que sucedieran en el territorio de Duan Qigu y tampoco estaba dispuesto a hacerlo.

Aunque Cui Buqu y su grupo no eran muchas personas, habían parecido bastante adinerados por la manera en que  vestían. En otras palabras, eran presas fáciles esperando ser privadas de sus objetos de valor.

Quizás el guía los subestimó porque Cui Buqu y su grupo habían estado manteniendo un perfil increíblemente bajo, solo para notar que no eran personas fáciles de engañar.

Él fue arrastrado a un callejón oscuro. Después de haber escuchado las palabras de Cui Buqu y haber visto el rostro inexpresivo de Qiao Xian en las sombras luciendo como si cometería un asesinato en cualquier momento cercano, sus piernas temblaron bajo su peso contra su voluntad.

—¡Por favor, discúlpenme! Yo sé que me equivoqué y los he juzgado mal, pero tengo una familia que alimentar y también fui forzado contra mi voluntad. ¿¡Cómo podría pelear contra ellos!? Por favor, denme otra oportunidad, ¡definitivamente los llevaré a un hotel limpio esta vez!

Qiao Xian lo miró fríamente.

—Complácenos si quieres negocios, pero si descubrimos que nos engañaste otra vez...

Un destello parpadeó en su mirada, cegando al guía de viaje. Se dio cuenta de que el destello había venido de una daga y se asustó hasta las lágrimas.

—Para ser honesto con ustedes, ahora es el inicio de la primavera. La carretera es fría y hay muchos hoteles ocupados en esta ciudad. Los más grandes ya están completamente llenos, el único con habitaciones vacías sería... —el guía lloró.

Qiao Xian frunció sus cejas y se dio la vuelta para mirar a Cui Buqu.

Aquellos que pudieran dirigir un hotel aquí eran personas con una cantidad de poder significativa, definitivamente. La Oficina Zuoyue poseía una fortaleza secreta en esta ciudad que era utilizada para enviar mensajes a los alrededores, pero nunca había sido destinada a ser un hotel, así que no era un lugar apropiado para que se hospedaran.

En ese momento, el guía parecía haber recordado algo.

—Sé que hay un hotel que aún podría tener habitaciones vacías, solo...

—¡No tartamudees cuando hables! —Qiao Xian dijo impacientemente.

—¡Pero está maldito! —El guía volvió a lloriquear.

Apretando su garganta, Feng Xiao exclamó en una voz aguda:

—¡Cuán desordenado y bullicioso es este hotel Tianyu! Hay muuuuuuuchas personas entrando y saliendo. Con solo una simple mirada, sé que apestaría. ¡Esta esposa tuya nunca se acostumbraría a un lugar como este! Mi esposo, seguramente no creerías en la mala suerte. ¿Por qué no echamos un vistazo al otro hotel?