Inigualable [WS]

CAPÍTULO 56

Si quieres matarlo ahora, necesitas mi permiso.

Advertencia: mención de violación (en el pasado de un personaje secundario menor, no involucra a ningún personaje que conozcamos por el momento.)

Esta era una noche sin nieve ni luna.

Las nubes oscuras cubrían el cielo entero, pero no estaban dispuestas a dejar que la nieve cayera, incluso cuando los vientos se habían detenido, permitiendo que una persona sintiera el calor y la impaciencia, girando a su alrededor en la cama y encontrando difícil dormirse.

Duan Qigu no podía dormir.

Había reubicado a su esposa e hijos a la mansión en la parte trasera mientras él mismo se sentaba pacíficamente en el salón frontal. Les ordenó a todos sus sirvientes que rodearan la mansión, convirtiéndola en una fortaleza casi impenetrable. Duan Qigu no lucía muy diferente comparado con lo usual, pero en realidad, estaba relajado en el exterior y tenso en el interior.

Duan Qigu dobló su dedo índice y golpeó sobre la mesa de vez en cuando.

Había estado esperando.

Había estado esperando el reporte del ama de llaves Lin sobre llevar a aquellos cincuenta soldados para asaltar la mansión Xing.

También había estado esperando que ese "fantasma vengativo" viniera a sus puertas una vez más.

Entre Duan Qigu y Xing Mao, realmente no había ninguna revancha real esperando ser vengada, pero una montaña nunca permitiría que dos tigres gobernaran sobre ella y ambos sabían que Qiemo solo permitiría un gobernante eventualmente. Así que, en realidad, ambas partes habían estado acumulando su mano de obra y fuerza para matar al otro en un enfrentamiento final.

Ahora, Duan Qigu no podía esperar más tiempo. El incidente en la fiesta solo lo había hecho sentirse como si su vida estuviera en peligro.

Xing Mao necesitaba ser eliminado. De hecho, esto ya no podía retrasarse más.

Cuando una persona piensa demasiado, también invade sus sueños. Escogerá actuar más pronto que tarde. En lugar de sentarse aquí y esperar que lo asesinaran, ¿por qué no debería hacer el primer movimiento?

Esta noche, la victoria o la derrota finalmente caería por una decisión.

Él ordenó a alguien que revisara el reloj, la noche estaba acercándose a las once en punto.

Ayer también había sido alrededor de esa hora cuando el fantasma apareció y esta noche... Duan Qigu sonrió fríamente con una risa amarga.

En el presente, la mansión Duan había sido iluminada con velas en cada rincón y las personas habían estado estacionadas por todas partes. Se negaba a creer que ni siquiera una persona sería incapaz de ver desde dónde vendría el fantasma.

En el exterior, los vientos helados se reunían, llevando hojas y flores con ellos hacia el interior del salón. Una brisa helada repentina trajo una frialdad aguda que perforaba los huesos. Los hombres que se estacionaban en las puertas no pudieron evitar estornudar.

Las linternas sobre sus cabezas destellaron y las velas se apagaron repentinamente, por lo que todo frente a sus ojos se tornó de color negro.

—¡¡¡Ah!!!

El grito vino desde la esquina norte de la mansión Duan, el lugar en donde todas las mujeres habían sido ubicadas.

La voz sonaba familiar para sus oídos, como la de la hija de Duan Qigu que acababa de cumplir la mayoría de edad.