CAPÍTULO 111

1.1K 182 133
                                    

Eras tú.


—Haz tu mejor esfuerzo para caminar en el medio, no toques las paredes de piedra —Cui Buqu repitió una vez más.

—¿Qué es eso? —Sobre las paredes de piedra donde los musgos estaban completamente crecidos, había unos puntos plateados brillando bellamente, pero parecían extraños. Feng Xiao utilizó la antorcha sostenida por el guardia Zuoyue para inspeccionarlos de cerca por un momento—. Es una belleza bastante extraña.

—Fueron dejados atrás por las orugas de las Mariposas de Polvo Plateado —Cui Buqu dijo—. Esta raza de mariposa puede encontrarse en los lugares oscuros en los que el polvo plateado de sus cuerpos brillará. Son inofensivas por sí solas, pero el polvo plateado contiene veneno.

—¿También pueden encontrarse en cuevas húmedas?

Cui Buqu entendía a lo que se refería Feng Xiao, originalmente estaba negando con su cabeza, pero notó que estaba caminando detrás y, después de sacudir su cabeza, el otro había desaparecido. De igual manera, dijo en voz baja:

—Esta raza de Mariposa de Polvo Plateado usualmente solo aparecería en Xinan, se encuentra escasamente en el norte. Sin embargo, su esperanza de vida es increíblemente corta y disfrutan de reunirse en grupos. Después de pasar esta sección, deberían morir.

Este solo era el primer mecanismo impuesto sobre ellos. Sabían que, comparado con los peligros que yacían al frente, el polvo plateado venenoso no sería nada.

Un olor a humedad y podrido erupcionó, no pudo evitar toser dos veces y una voz vino desde lejos en un eco. Sin embargo, los contornos de polvo de la tierra bajo sus pies se volvieron más llanos gradualmente, ya no estaba mojado y resbaladizo. El bastón de bambú de Cui Buqu cayó al suelo, resonando en un sonido profundo y sordo, justo como un viejo monje golpeando en un pez de madera poco a poco, golpeando sobre los corazones de todas las personas.

(N/T: el "pez de madera" es un viejo instrumento chino, imagen al final.)

Dejando el camino asfaltado, el área se amplió. Las vides se suspendían hacia abajo desde arriba, colgando cercanamente a la cima de sus cabezas. La humedad y la esencia resbaladiza única de la cueva se montó junto a la gentil brisa que venía desde ninguna parte, cepillando a lo largo de sus rostros.

Cui Buqu pudo oler una pista de peligro.

Bajó su cabeza.

Tomando prestada la luz del fuego, vio que el terreno de piedra no estaba cubierto de musgo verde. Además de alguna arena y polvo, la superficie de este todavía podía verse claramente.

Unas peonías aristócratamente hermosas se envolvían de manera complicada alrededor de un tallo de lotos.

Usualmente, los tesoros simplemente eran puertas traseras que los Emperadores construían para sus propios descendientes y posteriores dinastías. Les era innecesario atravesar tantos problemas para asfaltar un camino de piedra y grabar patrones de flores. Podría verse que el Emperador de la Dinastía Wei no solo intentaba convertir este lugar en un tesoro, sino que incluso anticipaba que vendría un día en el que sus descendientes, si debían escapar, podrían temporalmente–

Su mirada se congeló de repente y se dio la vuelta mientras gritaba:

—¡Detengan sus pasos y retírense!

Los reflejos de Feng Xiao eran los más rápidos. Antes de retirarse, sostuvo convenientemente el brazo de Cui Buqu y lo tiró hacia atrás también.

Los dos guardias Zuoyue no eran lo suficientemente rápidos y estuvieron un paso demasiado tarde.

Inigualable [WS]Where stories live. Discover now