Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 6: Pisos superiores-Parte Final: Inicio del camino.

Parte 1.

“Esto… ¿A dónde vamos Fafnir-dono?”

“¿Hm? ¿Por qué tan formal? Puedes relajarte.”

¿Cómo quieres que esté relajado? Después de que mi aliento y su bola de fuego chocaran en el aire, me dijo sígueme mientras liberaba una presión tan increíble que me hizo sentir dolor de cabeza y cuando evaluación en el…

Nombre: Fafnir

Raza: Dragón Negro. Nivel: 100. Rango: 10.

Título: Dragón Emperador Negro. Guardián Divino de la Diosa Aleria.

Bendición: Protección Divina de la Diosa de la Luna.

Atributos:

Fuerza: 19770        Ataque: 21500         Magia: 30400

Agilidad: 16300         Defensa: 24900

Eso apareció… ¿Cómo no estar tenso? Si él quisiera puede matarme aquí y ahora y no hay nada que yo puedo hacer al respecto.

“No te preocupes mucho. No tengo pensado hacerte daño.”

“¿En serio?”

“Claro. Si quisiera hacerlo ya lo habría hecho ¿cierto?”

“… eso es verdad.”

Cuando utilizo Evaluación en otros solo puedo ver hasta sus atributos y sus habilidades permanecen ocultas. ¿Si aumento su nivel podré verlas? Ahora tengo curiosidad.

Por otra parte, ahora puedo ver dos campos nuevos: Bendición y Rango. Bendición es fácil de comprender con solo verlo, pero el Rango… suena importante, aunque no tengo manera de verificarlo.

Por cierto, mi Rango actual es 1. Algo normal supongo.

“Entonces, ¿adónde vamos?”

“Alguien quiere hablar contigo.”

“¿Hablar conmigo? ¿Quién podría…?”

Fafnir no respondió a mi pregunta. Solo se rio y dijo ‘Ya lo verás.’ Ahora tengo más interés. ¿Lo habrá hecho a propósito?

Dejando esos pensamientos de lado, decidí rápidamente conseguir información a través de Fafnir. Es obvio que sabe cosas que yo no, ya que yo ni siquiera sé dónde estoy… solo sé que es una mazmorra. Para que una criatura de su nivel este aquí, está demasiado desbalanceado con todo lo que he visto hasta ahora.

“Primero que todo, el que estés en esta mazmorra se debe a un accidente. Así como tu forma actual.”

“¿En serio? Cómo fue que…”

“Bueno, la respuesta a esa pregunta no me corresponde. Es mejor que escuches la explicación como corresponde.”

“Entiendo…”

Por el momento solo me dijo eso. Parece que aquel que quiere hablar conmigo puede explicarlo todo. Qué remedio… no me queda más que esperar un poco más.

Con total tranquilidad, continuamos avanzando a través del jardín que ahora es totalmente pacifico. Los monstruos no se acercaban en lo absoluto. Como era de esperarse del gran Fafnir. Su presencia sola es suficiente para mantenerlos a raya.

Mientras avanzábamos conversamos ligeramente e increíblemente, nos entendimos bastante bien.

“Entonces ¿tienes problemas con mujeres Fafnir-dono?”

“¡Así es! ¡Desde hace unos años esa mujer se ha visto influenciada por su madre y se ha vuelto muy exigente! No sé hasta cuando pueda soportarlo…”