Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 51: La ciudad de los Ryuujin.

Parte 1.

*POV Belfast*

Una nueva ciudad... un nuevo paisaje. Estaba completamente maravillado por lo que estaba viendo. Llegamos a la ciudad de la raza Ryuujin siguiendo al enviado de su gente, Alexander, e inesperadamente, fuimos recibidos por sus líderes a pesar de que no habíamos avisado con anterioridad sobre la visita. Esto se debe a que uno de los residentes de la ciudad, la hermana de Alexander específicamente, tuvo una visión sobre nosotros llegando.

En estos momentos nos encontramos caminando por la ciudad. En cuanto llegamos, el objetivo principal fue cumplido sin problemas. Mi maestro fue guiado a la sala de control de la vena de la tierra y donde realizó el proceso de enlace con el núcleo principal, dejando a la madre de Alexander, Kanna-san, como la gerente de esta área.

Todo se realizó sin problemas... al ser todo ventajas para ellos naturalmente no tenían por qué negarse. Todo fue tan rápido que se decidió darnos un tour por la ciudad.

La ciudad es tan grande como la nuestra. Debe ser porque el tamaño de la población que la habita es casi la misma. Las construcciones por su parte se parecen más a las de la ciudad pionera del reino de Takamagahara. Según Leo-sama son de un estilo más oriental que el de nuestra ciudad.

Las calles están limpias y hay buen ambiente. Los niños corren alrededor con sonrisas en sus rostros y la gente está animada. De un vistazo se puede decir que es un buen lugar.

"Es una bonita ciudad."

Algo que cabe destacar de la ciudad son los canales. Parece que hay un rio que se origina en lo profundo de las montañas y desemboca al mar en la bahía junto a la que se construyó la ciudad. Para aprovechar esto, la ciudad posee varios canales que la atraviesan y están interconectados entre sí. Estos canales embellecen aún más el paisaje de la ciudad.

"Es una bella ciudad."

"Jajajaja."

Es mi opinión sincera y Leticia parece estar de acuerdo conmigo. Adler-dono, que es uno de nuestros guías por la ciudad, dejó salir una carcajada al oír mis palabras.

"Si así lo cree, me alegra."

Junto a él están sus dos nietos, Alexander-dono y Alicia-sama. La señorita Alicia es una joven que guarda un gran parecido con su madre. Posee rasgos faciales refinados, piel blanca como la porcelana, cabello rojo largo hasta la cintura y ojos de igual color. Ella viste un kimono de color rojo con bordados de flores blancas.

"Se necesita de un ambiente adecuado para que las personas crezcan correctamente."

"Eso es cierto. Por cierto, Adler-dono... tengo entendido que los Ryuujin están en una situación delicada..."

Quien realizó esa pregunta fue Leticia. Una situación delicada... ¿a qué se referirá? En cuanto la escuchó, Adler-dono puso una expresión complicada.

"Nuestra situación... ciertamente es delicada. ¿Conocen la religión del Sol?"

"Si. Por supuesto."

"Bien. Resulta que... desde hace siglos, esa religión aborrece a los semi humanos. Cuando esa religión comenzó a ganar fuerza en el mundo, nuestra gente, que es una de las razas semi humanas más fuertes, fue perseguida intensamente."

La expresión de Adler-dono al hablar es bastante seria. Se puede notar una mezcla de tristeza e ira en su tono de voz.

"Durante esa época... alrededor de dos centenares de los nuestros perdieron la vida durante el último asalto que sufrió nuestra comunidad. Incluyendo a mi esposa, mi hija mayor y su esposo."