Capítulo 37: Recuerdo compartido.

544 102 6
                                    

Parte 1

**Punto de vista de Arisaka Seri**

Lo recuerdo bien… mi vida en el otro mundo.

Stella Evans… una mujer de gran talento y mucho éxito. Dirigía una de las mayores empresas de Japón y poseía una belleza increíble. Así me describían muchos. Otros decían que era una mujer arrogante que había alcanzado la cima dando rienda suelta a su talento natural que desarrolló desde su juventud.

Si soy honesta… ambas descripciones son acertadas. Yo era así. Talentosa, bella y arrogante, y aun así… inocente.

A pesar de todo el éxito yo tenía un deseo que no había podido cumplir.

Mis padres adoptivos, los Evans. Eran una pareja feliz que, a pesar de ambos tener una gran cantidad de trabajo que ocupaba la mayor parte de su tiempo, se las arregló para hacer tiempo para disfrutar en pareja y tiempo para atender a su única hija.

Si los describo en una sola palabra esa palabra seria: geniales. Para mí es así.

El cariño y respeto que se tenían era algo admirable. Obviamente no todo era color rosa para ellos. También peleaban como las parejas comunes, y esas peleas en si eran todo un espectáculo. Pero eso no viene al caso.

El caso es que… ellos eran geniales. Yo creía eso y también quería que mis futuros hijos lo creyeran. Esa era la mitad de mi deseo. La otra mitad era encontrar una pareja adecuada.

Yo quería algo como lo que tenían mis padres o lo que tenían mis padres biológicos. Como mis padres adoptivos los describían, no parecían muy diferentes de ellos mismos y eso me pareció aún más increíble.

No solo una, sino dos parejas habían logrado ese tipo de felicidad. Eso significaba que yo también podría alcanzarla y por eso me esforcé.

Desde la preparatoria conocí a muchos hombres, pero ninguno me llamaba la atención. Algunos simplemente querían una novia de la cual presumir, otros solo se sentían amenazados por mis talentos y no se acercaban, mientras que otros simplemente querían anotar una belleza en su lista de conquistas.

Ninguno valía la pena y parecía que no encontraría lo que buscaba hasta que él apareció. Uno de los trabajadores de la empresa en la que trabajaba. Era de menor rango y parecía común, pero la dedicación con la que trabajaba era algo que destacar.

Ese hombre, no apartó su vista de mí la primera vez que estuvimos hablando frente a frente durante una reunión después del trabajo. Simplemente me miró y dijo: Stella-san es increíble.

De ahí en adelante, solo fue un idiota que se pasó el rato hablando sobre lo increíble que éramos yo y otros compañeros que estaban allí presentes, y sobre cómo nos envidiaba. Honestamente, fue divertido. Muy divertido.

De ahí en adelante todo fue diferente. Cada semana, ese hombre me invitaba a ir a beber. Era uno de los pocos hombres que me hablaba en la empresa y el único, que no tenía segundas intenciones. Simplemente hablábamos del trabajo y de la vida diaria. Fue un buen cambio en mi vida adulta si soy sincera y un par de meses después… se me confesó.

Fue inesperado. Por primera vez no lo vi venir y por alguna razón, no dije que no. Tenía curiosidad. Quería saber cómo serían las cosas junto a este hombre tan particular. Y lo que siguió después, no me decepcionó.

Progresé en mi trabajo, me casé y formé una maravillosa familia con cuatro maravillosos hijos… todo parecía estar bien, hasta que ‘eso’ ocurrió.

En año cuando mis dos hijos mayores cumplieron 7 mi esposo confesó haberme engañado. Al parecer había sido años antes con una mujer en uno de sus viajes de negocios. Un desliz que incluso resultó en que esa mujer quedó embarazada.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Where stories live. Discover now