Capítulo 11: Responsabilidad.

3.1K 461 69
                                    

Parte 1.

“Llegaron rápido.”

“Aria se las arregló para levantar la maldición rápidamente y el resto fue pan comido.”

“No hay problema.”

“Ya veo. Me alegra saberlo.”

Mientras se bajan de mi cuerpo, tanto Laura como Aria tienen expresiones que reflejan un poco de orgullo. Por su parte, la chica que parecía estar al borde de la muerte cuando la dejé con ellas, ahora está perfectamente.

“Tú eres…”

Al verla así, Flora y el resto estuvieron bastante impresionadas. Por sus reacciones estaba claro que la daban por perdida.

“Hey, es bueno verlas en buen estado.”

“Pero tú estabas…”

“Si bueno, estas dos me salvaron. Y veo que el dragón también hizo un buen trabajo mientras tanto. Muchas gracias.”

La chica bajó su cabeza en agradecimiento antes de que pudiera decir algo, pero eso no importa. Lo que importa es que no parece ser mala persona y que su estado es… raro.

Nombre: Himeko

Raza: Oni. Nivel: 20. Rango: 2.

Título: Ninguno.

Bendición: Ninguna.

Atributos:

Fuerza: 2700        Ataque: 2800         Magia: 4800

Agilidad: 3300         Defensa: 3300

Esta chica podría darme una muy buena pelea si quisiera. Ahora que la veo bien, es bastante atractiva. Cabello color rosa y ojos de igual color. Un cuerpo de buenas proporciones y una altura de unos… 170 y tantos centímetros, más o menos. Al igual que las otras, lleva una sola pieza de ropa, pero en su caso esta rasgada en su abdomen.

“No hay necesidad de agradecerme. Lo habría hecho de igual forma sin que me lo pidieran.”

Al fin y al cabo, tenía que seguir adelante y me los encontraría ¿no?

“¿Hm? ¿Pasa algo Laura?”

“Leo tu… ¿creciste?”

¿Crecer…? ¿Yo? No hay forma de que… Ah…

“Bueno, sobre eso… si soy más grande ahora. Aprendí un truco nuevo. Mientras estaba en el bosque esta mañana, estuve practicando mi control de la energía mágica y en cierto punto, tuve esta extraña sensación recorriendo mi cuerpo. Sentí que podía ‘hacer algo’ en ese momento y poco a poco estuve probando. El resultado, puedo cambiar mi tamaño a voluntad.”

“… un perro que aprende trucos solo. Eres bueno.”

“¿A quién llamas perro, enana? Dije que puedo cambiar mi tamaño, pero no demasiado. Necesito más práctica. Mi máximo actual es crecer o encogerme cinco metros. El volumen de mi cuerpo se ajusta de forma natural a mi tamaño.”

“Ya veo. Eres cada vez más raro.”

“… soy consciente de ello. Por ahora, necesito su ayuda con algo.”

“No hay problema. ¿De qué se trata?”

“Que revisen la condición de estas chicas.”

Al decir eso, señalé con mi mirada a las chicas con grilletes. Es solo una revisión de su condición física. Las tres semi humanas parecen estar saludables, pero la chica llamada Leticia se ve algo pálida. Y los homúnculos… bueno, no tengo idea. Probablemente ellas que tienen más conocimiento que yo vean algo.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Where stories live. Discover now