Capítulo 19: Destreza con la espada.

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Parte 1.

“¡Graaah!”

En medio de la noche, un hombre de gran tamaño atacaba a un niño mucho más pequeño que el con una gran hacha. El hombre agitaba el hacha con lo que parecía ser fuerza pura ya que utilizaba solo una mano, pero el niño esquivaba el hacha sin inmutarse.

Después de evitar un gran balanceo horizontal del hacha con un gran paso hacia atrás, el niño apretó su agarre en las dos katanas que llevaba, puso su mirada en el hombre frente a él y pisó con fuerza.

“¡Te tengo!”

En ese momento, el hombre movió su brazo derecho que había pasado de largo con el hacha de forma tal que dibujó un arco a gran velocidad y su trayectoria pasaba justo por el punto donde se encontraba el cuello del niño.

“Oh, a pesar de su apariencia tosca si tiene técnica, pero… eso no servirá.”

El hacha se movió bastante rápido al ser agitada con una increíble fuerza y atravesó el punto deseado con gran facilidad, tanta que parecía que no había golpeado nada… lo que en realidad ocurrió.

*THUD*

“Pero ¿qué…?”

Con un sonido sordo, el cuerpo del hombre cayó al suelo con un sonido sordo y mientras se apoyaba en sus manos, el hombre parecía confundido. El niño no estaba en el lugar donde debía haber estado y encima el, estaba ahora en el suelo.

No comprendía la razón y cuando intentó pensar en ello…

“¡Ugh! ¡Aaaah!”

Un dolor increíble atravesó su cuerpo desde sus piernas hasta su cabeza. El hombre intentó moverse involuntariamente y fue entonces que se dio cuenta. Lentamente, se dio la vuelta para ver el origen del dolor y allí lo vio.

“Ah… aah…”

Sus piernas fueron cortadas por las rodillas. Un corte limpio las separó horizontalmente y ahora, no había nada de sus rodillas hacia abajo y la sangre brotaba sin detenerse. Y ahora que se había dado la vuelta, encontró el paradero del niño al que se había estado enfrentando.

Seijiro estaba de pie frente a él y una vez más, desapareció o, mejor dicho, simplemente ya no pudo verlo. Su visión comenzó a girar de repente y en un instante se volvió completamente oscura.

Seijiro miraba la cabeza cortada del hombre con una mirada impasible, pero por otro lado apretaba con fuerza el agarre en sus katanas.

Después de un par de segundos, respiró profundamente y se dio la vuelta. Aún quedaban enemigos por lo que no podía quedarse parado sin hacer nada.

“Hm.”

Un poco alejada del área donde se desarrollaba el combate, se encontraba la cueva donde estaban las prisioneras y a un lado de la entrada, recostada de la pared de roca, estaba Selene.

Ella estaba observando en silencio el desarrollo de las cosas.

“Como imaginaba, Seijiro tiene talento nato con la espada, y con su personalidad amable y seria, puede llegar lejos. Siempre y cuando no se desvíe del camino, debería estar bien. Por otro parte…”

Selene desvió su mirada hacia la izquierda. Allí se encontró con que Izo estaba luchando con dos hombres el solo.

El par de hombres se coordinaban bastante bien y no permitían que Izo contraatacara fácilmente. Si uno atacaba, al instante siguiente el otro seguía. Además, a pesar de su gran tamaño se movían bastante bien y su fuerza estaba garantizada, por lo que tenía que cuidarse de no ser golpeado.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora