Capítulo 49: Un poco de historia- Parte 1: El dios del Sol.

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Parte 1.

*POV Leohart*

A la mañana siguiente me levanté sintiéndome bastante renovado. La tenue luz del sol se filtraba por la ventana, a través del espacio en las cortinas y mientras veía eso, estaba sentado encima de la cama, pensativo.

“Hm… ¿Qué hacer a partir de ahora?”

Pensando bien en el día anterior se podía llegar a una conclusión sencilla: los elfos serán un problema en el futuro. Y también, la religión del sol también será un problema. De eso estaba seguro y ahora tenía que pensar en ello.

“Haah… que molestia.”

Desde mi punto de vista, la religión es un problema. Los dioses pueden merecer o desear ser adorados y si la gente lo hace, es su problema; pero para mí, es una molestia. ¿Por qué? Porque, al fin y al cabo, en este mundo existen personas desagradables. Personas que no tendrán escrúpulos en usar esa religión para su propio beneficio.

En este mundo donde los dioses pueden escoger a una o varias personas para transmitir su voluntad de ser necesario, puede que eso pueda controlarse hasta cierto punto, pero con la religión del sol… religión oficial del imperio Alvens y el ducado Grandeur, puedo comprender que existan o no ese tipo de personas entre el clero, será un problema. La razón es simple, su discriminación hacia los semi humanos.

Empezando porque yo no soy un humano y que esta ciudad está habitada por una buena cantidad de semi humanos, fijo que serán un problema para nosotros en el futuro.

Luego están los elfos. Su actitud es… bueno, algo que podría esperar ya que, en historias y juegos de mi mundo anterior, existían también ese tipo de elfos. Si le sumamos que esa actitud parece haber sido amplificada por su religión… el cómo tratar con ellos puede llegar a ser un verdadero desafío.

El solo pensarlo me deprime e irrita al mismo tiempo.

“Por otra parte, tenemos las futuras conversaciones con el reino de los hombres bestias y un primer contacto con los que viven al otro lado de las montañas…”

No son aliados ni enemigos nuestros por el momento.

Sería bueno establecer buenas relaciones con ambos grupos ya que podrían echarnos una mano con los elfos en caso de que algo ocurra.

“Bueno, no puedo decir nada hasta hablar con ellos. Y luego está ‘eso’… Hm…”

Desde hace algún tiempo he tenido una duda flotando en mi mente. Es algo relacionado al dios malvado del que Aleria y Fafnir hablaron, y mientras más lo pienso… más probable parece. Si fuera cierto, muchas cosas se aclararían y me quitaría un gran peso de encima la verdad. También me gustaría preguntarle sobre ese dios del sol y la historia de este mundo.

“Aun así… ¿Cómo le hago…? Necesitaría hablar con Aleria para ello y con la habilidad Oráculo no creo que alcance. Hm… ¿Qué hacer…?”

En medio de mis pensamientos, sentí como la cama se movía. Yo no me había movido de mi posición de sentado, así que eso solo dejaba a la única otra persona sobre la cama.

“Mm…”

Antes de que me diera cuenta, Isis, quien dormía hasta hace poco, se estaba moviendo hacia mi mientras aún estaba adormecida. La distancia entre ambos no era mucha así que no tardo nada en llegar, aun si ni siquiera estaba gateando. Se movía perezosamente sobre la cama y al ponerse a mi lado, me abrazó suavemente por mi costado derecho. Pasando su cabeza por debajo de mi brazo, sus pechos desnudos chocaron contra mi costado y sus brazos se envolvieron alrededor de mi torso.

Su piel sedosa y sus suaves bultos… sentirlos tan temprano en la mañana de esta forma… que lujo.

“Buenos días.”

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora