Capítulo 14: ¿Un día común...?

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Parte 1.

Buenos días. Mi nombre es Belfast y en la actualidad sirvo como la sirvienta de mi maestro, Leohart.

Poco después de la salida del sol, abro las cortinas de la habitación dejando pasar la luz a través de la ventana. Dicha luz cae sobre la gran cama ubicada junto a la pared y allí, una voz se levanta de entre las sábanas.

“Mm… ya es de día…”

Un pequeño dragón comienza a hablar asomando su cabeza entre las sábanas. Cuernos blancos y escamas azules que brillan levemente con la luz del sol. Sus ojos dorados están entrecerrados debido a que acaba de despertar.

Como si buscara algo, observa alrededor suyo y después de soltar un corto suspiro, su vista se posa sobre mí. En ese momento, me acerco al borde de la cama para saludar a mi recién levantado maestro.

“Buenos días, maestro.”

“Hm… buenos días, Belfast.”

“Si.”

Como siempre, me responde con una voz tranquila y lentamente se levanta en el aire y se va volando hacia la puerta de la habitación para después salir en silencio. Lo que queda por hacer es recoger la habitación. Aunque digo recoger, solo tengo que arreglar la cama. Mi maestro no arma mucho desorden en su habitación, por lo que es poco mi trabajo aquí.

Si tengo que describirlo en una sola palabra, debería decir que es ‘extraño’. Tengo mis razones para ello, por supuesto.

Después de haber sido salvada de un futuro en el cual solo me esperaba ser utilizada como catalizador de algún tipo de experimento, mi maestro me dio un nuevo camino.

No tengo mucha experiencia de vida, pero esta sensación en mi pecho… ¿agradecimiento? Recuerdo que Leticia me dijo se llama así cuando respetas mucho a alguien que te ha ayudado y deseas corresponderle por su ayuda.

En serio estoy muy agradecida con mi maestro y si quiero agradecerle, pero alguien como yo, que no sabe nada del mundo no sabría cómo hacerlo. Por ello le pregunté que podría hacer para pagarle y el solo me dijo: ‘Honestamente, yo se tanto como tú de este mundo así que, aunque me digas eso, no sé cómo responderte. Por ello, como dos que no saben nada del mundo, vamos a llevarnos bien.’

No tenía palabras para responder, pero no sentí que fuera necesario responder. Si puedo marchar junto a mi maestro, en algún momento podre corresponder su bondad. Eso es lo que creo y quiero hacer.

“Bueno, comencemos otro día más.”

Después de despertar a mi maestro, comienzo con mis labores diarias. Aunque digo labores, en este lugar no hay mucho que hacer.

Organizar las habitaciones de los residentes, limpiar la mansión y cocinar. Como somos pocos, no hay mucho que hacer. Aquellos que necesitan mayor atención son Laura-sama y Himeko-sama.

Laura-sama pasa mucho tiempo en su laboratorio investigando por lo que cuando sale es necesario atenderla rápidamente. Su habitación también es un desastre la mayor parte del tiempo ya que, suele tener libros y papeles dispersos. Me pregunto ¿de dónde sacara todo eso? Leohart-sama instaló una biblioteca hace un par de días usando el sistema de control de la vena de la tierra y gracias a ello, Laura-sama quien usualmente pasaba bastante tiempo metida en su investigación, ahora pasa aún más tiempo.

Ella sale de su laboratorio rumbo a la biblioteca. Toma comida en su camino de regreso al laboratorio y se encierra otra vez. Ella duerme en su habitación regularmente, pero hay días en los que permanece en su laboratorio el día entero.

“Oh, Belfast, buenos días.”

“Buenos días, Flora-sama.”

Por otra parte, Flora-sama es diligente y educada. Es inteligente y tanto sus modales como su comportamiento son ejemplares la mayor parte del tiempo. Los primeros días de nuestra vida en esta mansión, ella era educada y tranquila, pero ahora… deja salir su ser sin restricciones.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Where stories live. Discover now