Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 35: El origen del problema.

Parte 1

‘¿Puedo encargarte que vayas al centro de la ciudad? Es probable que el origen de todo este escándalo este allí.’ Eso fue lo que dijo la duquesa y yo acepté. Al fin y al cabo, si el origen está allí, puedo intentar cortar el problema de raíz.

Con esa maravillosa línea de pensamiento me dirigí hacia el centro de la ciudad, directamente hacia la mansión. Durante el camino, me crucé con esos monstruos de sombra que a saber dios de donde salieron. Aunque aparecieron varios, desaparecían con un golpe al comienzo, pero conforme me acercaba al centro de la ciudad, comenzaron a volverse más fuertes.

Eso es un indicador de que el centro de la ciudad es importante y que ahí hay algo, por lo que con más razón había que revisar el centro de la mansión y cuando llego allí… ¿Qué me encuentro? Al mayordomo todo sonriente y con un aura siniestra rodeándolo.

Con todo el impulso que llevaba de la carrera hasta allí no me costó superar la verja que rodea la mansión de un salto y llegar hasta el centro del jardín en el lado derecho de la entrada de la mansión.

“Pero que…”

Al caer en el jardín, el mayordomo que estaba de pie en la entrada se volteó casi de inmediato en mi dirección y comenzó a andar. De su cuerpo brotaba un aura oscura de color purpura oscuro que casi parecía materializarse a su alrededor como una niebla y dejaba una sensación siniestra con solo verla.

*Click*

Con un solo chasquido de dedos del mayordomo, varias esferas formadas por la misma aura oscura aparecieron rápidamente a mi alrededor, dispersas por el jardín.

En tan solo pocos segundos, la niebla oscura desapareció revelando a las personas en su interior. En los lugares donde había desaparecido cada esfera de niebla, yacía una persona de pie y con solo ver sus ropas, se podía decir quiénes eran… el personal de la mansión.

“A-ah…”

“A-ayu… da…”

Sus expresiones y sus voces revelaban que estaban sufriendo de alguna manera. A primera vista solo parecían estar de pie con expresiones de dolor, pero al igual que los hombres que me atacaron durante el día, al verlos con Percepción Mágica se podía observar algo negro envuelto alrededor de sus cuerpos.

La misma serpiente negra que envolvía a esos hombres. Aunque a diferencia de ellos, estas personas parecen mantener su razón. Después de todo pueden hablar y mostrar emociones. Los de más temprano parecían zombis.

“Bienvenido, joven.”

Mientras analizaba la situación, el mayordomo que ahora estaba situado fuera del cerco que me rodeaba me saludó.

“Sebastián ¿cierto? Dime… ¿cómo los hiciste aparecer de la nada?”

“Jojojo. Es un buen truco ¿cierto? Lástima que no pueda enseñarte como hacerlo.”

“Aw y ¿eso por qué?”

“Por qué no podrás utilizarlo después de hoy. Específicamente hablando, no podrás ningún otro truco a partir de hoy. Jojojo.”

Hombre su sonrisa me causa escalofríos. Si no fuera por esa aura siniestra que lo rodea, sería un mayordomo genial de esos que salen en las novelas y animes.

“Hm… ya veo. Entonces… ya que al parecer voy a morir hoy, ¿te imputaría explicarme que está pasando?”

“Hm… mátenlo.”

Con esa simple orden, los sirvientes comenzaron a abalanzarse sobre mí. Uno tras otro me atacaban con puñetazos y patadas que no creerías provenían de simples sirvientes.