Capítulo 118: Deseos desbordados.

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--Atención: Este capítulo es de contenido +18. No es mi fuerte, pero con la ayuda de mi pesada correctora (Fue idea suya en primer lugar), se realizó este cap. Bueno, no digo nada mas--

Parte 1.

*POV 3ra Persona*

Leohart abandonó la cabaña llevando a Klara en sus brazos. Tan pronto salió, la cargó y se alzó en vuelo.

A pesar de su estado de excitación, Leohart tuvo cuidado al volar para que no hubiera problemas con el frio viento invernal. Por su parte, Klara miraba el rostro serio de Leohart mientras sentía como su ritmo cardiaco aumentaba.

(Ah… esta sensación…)

Recordando lo que había ocurrido en el pasillo de la cabaña y la sensación que le transmitía el cuerpo de Leohart, Klara se dio cuenta de lo que pasaba.

(Así que es cierto que los dragones también pueden entrar en celo.)

Siendo una semi humana, Klara conocía perfectamente lo que era ‘estar en celo’ y no solo eso, habiéndolo visto a otros hombres de su especie pasar por ello, no le fue difícil darse cuenta del estado de Leohart.

Eso, combinado con que él la escogió a ella de inmediato, causaron que sonriera involuntariamente y sus mejillas se calentaran.

“Leo-sama.”

Klara colocó su mano izquierda sobre el pecho de Leohart, atrayendo su atención. Una vez que sus miradas se encontraron, ella comenzó a hablar.

“No creo que sea buena idea ir a la mansión en su estado actual. Si le parece bien, hay un lugar mejor para tratar esta situación.”

“… guíame.”

“Si.”

Con ese breve intercambio, el par se puso de acuerdo y un segundo después, Leohart se desvió de su ruta hacia la mansión siguiendo las instrucciones de Klara.

Parte 2

El viaje hasta el lugar que mencionó Klara duró tan solo un minuto y al llegar, Leohart y Klara se quedaron parados por un momento frente a la puerta.

“¿Cuándo fue que prepararon algo así?”

Comentó Leohart con un tono que dejaba ver que estaba algo sorprendido. Y no era raro que lo estuviera ya que ante él estaba una casa de estilo japonés enorme. No llegaba al tamaño de una mansión, pero seguía siendo bastante grande.

“Hm. Bueno, ¿procedemos?”

Preguntó Leohart mientras extendía su mano izquierda hacia Klara, quien lo miró nerviosa antes de tomar su mano. Ahora, tomados de la mano y entrelazando sus dedos, ambos se acercaron a la casa sin decir otra palabra.

Leohart abrió la puerta y procedió a entrar después de Klara.

“…”

Tan pronto como la puerta se cerró detrás de ellos…

“Leo-sama, nn, chuu.”

Klara, con los ojos húmedos, besó a Leohart quien entrelazó asertivamente su lengua con la de ella. De forma natural Leohart la agarró por la cintura con su mano izquierda y acercó su cuerpo, mientras que con su mano derecha desabrochaba el abrigo de Klara hasta mitad de camino para luego deslizar su mano dentro y acariciar sus pechos sin un segundo de vacilación.

“Aah... Leohart-sama, chuu... Haah, espere... Nnn”

Con esas palabras, Klara separó sus labios y alejó su rostro. Sus mejillas sonrojadas, su respiración entrecortada y sus ojos húmedos revelaban que ella también estaba desbordante de deseo en ese momento.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin