Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 81: El ataque de los Leonids- Parte 1: Primer golpe.

Parte 1.

*POV 3ra persona*

Dos días después, justo después del atardecer, en la ciudad controlada por orcos y goblins las cosas estaban tranquilas.

Junto con la caída de la noche, un nuevo grupo de guardias ocupó sus puestos en la entrada de la ciudad y en los muros. Goblins con armaduras ligeras, arcos, carcajes llenos de flechas y espadas cortas tomaron posición en diferentes posiciones en el muro.

Pasó una hora, otra y otra hora más pasó. Las estrellas brillaban silenciosamente en el cielo de la mazmorra y la brisa soplaba. Era una noche tranquila como de costumbre y debido a ello, los guardias se habían acostumbrado a la calma durante la noche. Conversaban entre sí en su lenguaje incomprensible.

La tranquila noche seguiría como lo había hecho usualmente... era como se suponía que tenía que ser.

...

"¿Uhhk?"

Uno de los guardias goblins en la parte superior de la puerta principal de la ciudad miró a su alrededor con sospecha. No estaba seguro de que era, pero había escuchado algo. Algo inusual.

... brzzt ...

Y una vez más lo escuchó, esta vez con mayor claridad. Un sonido inusual al que no estaba acostumbrado.

"¿Guga...?"

El guardia a su lado también observó a su alrededor con sospecha al escuchar el sonido y rápidamente levantó su arco hacia el cielo nocturno sobre la ciudad.

"¡Gu...!"

En el momento en que tenso la cuerda del arco, intentó gritar algo al cielo, pero su grito fue ahogado en un pilar de luz azul.

*BRAAAMM*

Un pilar de rayo lo suficientemente ancho como para consumir por completo la puerta de roca de la ciudad, de siete metros de amplitud, cayó sobre ellos junto con otros siete pilares que cayeron a lo largo de la muralla de la ciudad se parados entre sí.

"¡GUGAGAAA!"

El sonido del impacto reverberó a través de la noche y un fuerte temblor sacudió a la ciudad, causando que sus habitantes se despertaran en pánico. Aquellos que estaban despiertos se confundieron, retrasando sus acciones.

El pánico se extendió en la ciudad y los gritos de goblins y orcos se volvieron audibles hasta el bosque fuera de la ciudad.

"Muy bien. Fase uno exitosa. El muro fue grandiosamente dañado y la barrera mágica destruida con ese golpe."

A la vez que la ciudad estaba en alboroto, un gran grupo salió del bosque y corrió rápidamente hacia la ciudad.

Volando a un par de metros de alto y al frente del grupo estaba Vandalieu. Su mirada estaba fija en el cielo nocturno mientras hablaba.

Detrás de Vandalieu corrían los guerreros Leonids fuertemente armados con armaduras hechas de materiales de monstruos, liderados por Vigaro. La vista de los hombres musculosos, de piel oscura, dos metros de alto y con cabeza de león, armados con espadas y hachas, corriendo a toda velocidad hacia la ciudad era suficiente para causar terror.

"De seguro mandaran gente a revisar los lugares donde impactaron los rayos. Eso debería dispersarlos un poco. En cambio, nos concentraremos en un solo punto y entraremos por la puerta principal para atacarlos rápidamente."

Con una gran hacha de guerra en su mano derecha y un escudo en su izquierda, Vigaro seguía a Vandalieu.

"Aunque... como que el chico podría diezmar la ciudad el solo si quisiera... ser capaz de lanzar algo como eso tan fácilmente y sin ser detectado es simplemente una locura."