Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 43: Característica familiar.

Parte 1.

“Tengo curiosidad… ¿Qué estamos haciendo?”

Temprano en la mañana del día después de la celebración, Leohart se había levantado junto con Flora después de pasar la noche con ella y luego de tomar un baño en la mansión se dirigió a tomar su desayuno para después comenzar a ayudar en la reconstrucción de la ciudad. Ese era su plan original, pero este había cambiado dramáticamente cuando su madre, acompañada por Selene y el resto de chicas que, de una forma u otra, estaban relacionadas con él, llegaron a la mansión.

Todos se acomodaron en una gran habitación de forma tal que Leohart quedó sentado en un sofá junto con su madre y Flora, mientras que el resto ocupó el resto de asientos o simplemente permaneció de pie, como Belfast, debido a su condición de sirvienta o en el caso de Ryana, quien simplemente se sentó en el suelo junto a Luna.

“Bueno, estamos pasando el rato.”

Quien respondió a la pregunta de Leohart fue Selene. Quien se encontraba sentada en un sillón a un lado del sofá.

“¿Pasando el rato? ¿Por qué?”

“Bueno… después de la celebración de anoche, una buena cantidad de gente no se encuentra en condiciones para trabajar inmediatamente. Probablemente en unas dos o tres horas se empiece con el trabajo. Hasta entonces, no hay nada muy importante que hacer.”

“Entiendo…”

“Por cierto Leo… ¿Qué estás haciendo?”

“Lo usual.”

Ante la pregunta de Selene, Leohart respondió con indiferencia. Él estaba tranquilamente sentado en el sofá, pero lo que causó que Selene preguntara fue que Flora, por su parte, no estaba simplemente sentada. Flora se encontraba sentada a la izquierda de Leohart, o, mejor dicho, acostada sobre el sofá con su cabeza en el regazo de Leohart quien peinaba su cabello con su mano derecha como si fuera lo más natural del mundo.

“Hm… he visto a Himeko, Sonia e incluso a Aria en ese estado… ¿acaso se siente tan bien?”

El rostro de Flora reflejaba su felicidad y parecía a su vez estar en total calma, lo cual causaba Selene tuviera aún más curiosidad. Leohart por otro lado…

“No tengo idea. A ellas parece gustarle así que no veo por qué no hacerlo. Si hay algo de lo que estoy seguro es de que si hubiera un torneo de esto no perdería.”

“¿Tanto lo has hecho ya? Hm, ya veo.”

A la vez que preguntaba, Selene miró alrededor de la habitación y al posar su mirada sobre las chicas antes mencionadas, estas pusieron expresiones incómodas.

“Bueno, es bueno que se lleven bien. Entonces, ahora yo tengo curiosidad… ¿Cómo pasaste la noche Flora?”

Con una sonrisa maliciosa, Selene le preguntó a Flora sin una pisca de duda en sus ojos. Flora se tensó por un momento al escuchar su pregunta y su rostro se tornó color rojo en cuestión de segundos.

“Solo puedo decir que… fue una maravillosa experiencia.”

“Hoho~ con que es así.”

Flora respondió mientras sonreía. Al verla así, todas las miradas en la habitación se posaron sobre Leohart. Nadie dijo nada, solo lo miraban en silencio. La mayoría de las miradas mezclaban vergüenza con algo de interés.

(Hm… como me gustaría que tuvieran ese tipo de conversaciones cuando yo no esté.)

Sintiéndose profundamente incomodo, Leohart trató de buscar auxilio con su madre a través de su mirada. Al sentir la mirada de su hijo, Seri, bebió un poco del té en la taza en sus manos y habló.