Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 97: Destello mágico.

Parte 1.

*POV 3ra Persona*

Mientras los monstruos que rodeaban al grupo de Seijiro aumentaban la intensidad, en otras zonas del enjambre se desarrollaban situaciones de igual o mayor intensidad.

*BAM*

En una de esas áreas se podía observar a como Himeko golpeaba sin piedad a varios monstruos del tipo hombre lobo que Seijiro y compañía acababan de ver.

“¡Grraaal!”

Uno de los monstruos se lanzó sobre ella justo cuando acababa de incrustar contra el suelo a otro monstruo con un lanzamiento sobre el hombro. Con gran velocidad el monstruo acortó la distancia y balanceó sus garras en su mano derecha realizando un golpe horizontal.

“…”

Reaccionando casi instantáneamente, Himeko se dio la vuelta y se deslizó por debajo del gran brazo del monstruo. Su pie izquierdo se plantó con fuerza al frente y usándolo como pivote giró su cuerpo desde su espalda y al alcanzar los 180 grados del giro lanzó un puñetazo con su mano izquierda justo en las costillas derechas del monstruo.

*BAM*

Chispas de color rojo claro volaron cuando el golpe de Himeko conectó

“¡GRRoooWWlllLL!”

El impacto causó que el monstruo dejara escapar un fuerte gruñido de dolor y su cuerpo fue mandado a volar hacia el enjambre de monstruos mientras estaba doblado de forma extraña. Un delgado rastro de sangre de un color oscuro y olor desagradable, se formó mientras volaba y se perdía en el enjambre de monstruos.

“Fuuh.”

Esta era una vista que se había desarrollado varias veces ya. A medida que se adentraba en el enjambre de monstruos Himeko los acababa de forma instantánea en la mayoría de los casos y solo unos pocos soportaban ese primer golpe suyo. Los hombres lobo no eran una excepción a esto y hasta el momento no había tenido muchos problemas.

A pesar de que estaba rodeada, reaccionaba con rapidez incluso a ataques por sus puntos ciegos y se movía con precisión ejecutando contraataques letales cuando tenía la oportunidad.

“Vaya, vaya. Esos puños tuyos son verdaderamente letales.”

“… hasta que apareces.”

Desde el enjambre de monstruos, el mismo demonio pelirrojo que vio el día anterior apareció frente a Himeko, aunque ahora vestía un traje de gala de color rojo oscuro y su presencia era aún más intensa que cuando lo vio por primera vez.

“¿Me esperabas?”

Dijo el demonio sonriendo.

“Digamos que no me gusto como terminó nuestro último intercambio.”

“Ciertamente. No fue nada agradable ser interrumpido durante un momento tan… apasionado.”

“…”

Al escuchar al demonio, Himeko levantó una ceja revelando su confusión.

La primera vez que se encontraron, ambos intercambiaron unos pocos golpes antes de que apareciera Selene y los detuviera. Tal y como Himeko hubiera esperado, el demonio no quería luchar contra Selene e inesperadamente, ella lo dejó marcharse sin siquiera amenazarlo, lo cual confundió a Himeko, pero comprendió la razón cuando ella explicó lo que harían al día siguiente.

Si bien habían intercambiado algunos golpes, ella no sintió ‘pasión’ en ese momento. Si le preguntaran que sintió en ese entonces, ella respondería algo como: ‘Me hervía la sangre’, solo eso.