Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 40: Prólogo 3.

Parte 1.

Después de algunos minutos, tanto Seri como Leohart, dejaron de llorar y comenzaron a conversar.

Mientras recapitulaban mayormente sobre el tiempo que no estuvieron en contacto en su vida anterior, la conversación avanzó sin problemas y alrededor de dos horas pasaron volando.

El par madre e hijo, estaba restaurando su relación correctamente al parecer y todo marchaba tranquilamente hasta que una voz desde fuera de la habitación los interrumpió.

“Con permiso~”

Después de esas palabras, la puerta de la habitación se abrió. Desde el otro lado de la puerta apareció Selene sujetando una bandeja con algunos platos de comida encima y detrás de ella, entró Flora, también llevando una bandeja con comida en sus manos.

“¿Hm? ¿Selene? ¿En serio estabas en la ciudad?”

“Oh… ¿Te diste cuenta?”

“Bueno, si me di cuenta. En medio de todo lo de anoche algo muy raro ocurrió. Mi percepción mágica se disparó y pude no solo ver muy bien la esencia mágica, sino que también sentirla a distancia… Entre todo lo que había en la ciudad, sentí en el este unas cantidades de esencia mágica destacables. Había dos que no conocía y una que me resultaba familiar y por eso pensé que podrías ser tú.”

“Hm… ya veo.”

Al escuchar la respuesta de Leohart, Selene solo sonrió y procedió a sentarse en la cama a la derecha de Leohart y colocó la bandeja con la comida sobre su regazo.

“Aquí tiene, Seri-sama.”

“Ah, gracias.”

Flora por su parte le entregó la bandeja que llevaba a Seri y esta procedió a colocarla sobre su regazo antes de empezar a comer. Acto seguido, Flora también se sentó en la cama junto a Leohart en el lado opuesto a Selene. Ahora los tres estaban sentados frente a Seri y mientras esta última tenía dudas sobre la razón tras ello, Selene hizo algo imprevisto.

“Muy bien Leo, abre grande.”

“…”

Leohart se volteó hacia Selene y allí se encontró con que ella sujetaba una cuchara que contenía un poco de sopa de carne y verduras justo frente a él.

(¿Y esto que rayos es?)

Pensó Leohart, teniendo cuidado de que no se le escaparan las palabras. Y aunque tenía sus dudas, aun así, le hizo caso a Selene. Acto seguido Selene le dio de comer con una sonrisa. Esto siguió ocurrió otro par de veces hasta que Leohart se dio cuenta de algo.

“Hm… esto está bueno. ¿Quién lo hizo?”

“Yo misma.”

Ante la respuesta de Selene, Leohart quedó enmudecido por un par de segundos.

“¿Hm? Selene… ¿tú cocinas?”

“Pero claro que sí. ¿Cómo podría vivir sola sin saber hacer los quehaceres básicos? ¿Me estas tomando por idiota? Siguiente.”

“Es cierto… mi error.”

Leohart se disculpó por su comentario mientras seguía siendo alimentado por Selene. Flora en el otro lado, se había recostado en el regazo de Leohart y parecía bastante cómoda mientras este pasaba su mano por su cabello.

“Esta es toda una vista…”

Dijo Seri con una expresión interrogante. Sus ojos miraban a Leohart preguntando: ¿Qué está pasando?