Capítulo 110: Incomodidad.

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Parte 1.

*POV 3ra Persona*

En la carretera que se dirigía hacia la entrada sur de la ciudad pionera se podían ver tres figuras caminando por la nieve.

“Oh, ya puedo ver la entrada de la ciudad.”

Dijo Leohart.

“Ehm… ¿está seguro de esto?”

“¿Hm? ¿De qué?”

Mirando hacia atrás sobre su hombro izquierdo, Leohart miró el rostro de Shi Sui, a quien cargaba en su espalda. Ella tenía una expresión avergonzada y su tono de voz resaltaba dicha vergüenza, aunque Leohart no podía entender por qué estaba avergonzada.

“Digo, que alguien de su estatus me lleve sobre su espalda… eso es…”

“Ah, eso. No te preocupes por algo como eso. Lo hago porque quiero.”

Dijo Leohart devolviendo su mirada hacia el frente.

“Hm. Está calentito.”

Detrás de Leohart, en diagonal a su derecha, caminaba Kaido quien llevaba en sus brazos a Xiaolan. Ella estaba acurrucada en sus brazos y bajo su gran abrigo, disfrutando del calor.

“Xiaolan…”

“Es una niña rara.”

“Lo siento mucho…”

Shi Sui se disculpó en nombre de Xiaolan al escuchar el comentario de Allen, quien miraba a Xiaolan como si viera algo extraño.

“Jajaja. Eso está bien. Me agrada.”

“Bueno… si usted lo dice. Y… gracias.”

“Hm. No hay problema.”

Esta vez, Leohart sabia por lo que Shi Sui le estaba agradeciendo. No solo las rescataron minutos antes, también llevaron a Sui Rei para que recibiera tratamiento en un lugar seguro. Friedrich se la llevo a través de la puerta de transporte por la que llegaron Leohart y compañía.

Después de unas cortas presentaciones y de enviar a Sui Rei por el portal, Leohart le dio órdenes al grupo de shinobis que vino junto a él y luego se dirigió hacia la ciudad llevando consigo a Shi Sui y Xiaolan consigo.

Cinco minutos después el grupo llegó a la entrada sur de la ciudad.

“Deténganse ahí. Identifíquense.”

En la puerta había dos guardias, vistiendo armaduras grises de cuerpo completo. Llevaban una espada en la cintura y una lanza en sus manos. En la parte superior del muro también había más guardias atentos al suelo y al cielo.

“Buenos días. Mi nombre es Reinhart y soy viajero proveniente del sur.”

Con un ligero cambio a su nombre, Leohart se inventó una historia en el lugar.

“¿Un viajero del sur? ¿En esta época del año? Por favor, no bromee.”

Dijo el guardia, claramente desconfiando de Leohart.

“Como si pudiera bromear en esta situación.”

“Hm. Si no bromea, dígame… ¿Qué hace alguien del sur por estas tierras en esa época del año?”

“Cazando, por supuesto.”

“¿Cazando?”

La respuesta de Leohart confundió al guardia aún más, causando que lo instara a dar más detalles.

“Verá, yo soy lo que llamarías un domador de bestias mágicas o domador de monstruos. El que mejor se acomode a su gusto.”

“¿Hm? Domador de monstruos… y ¿qué busca un domador de monstruos por estas tierras?”

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Where stories live. Discover now