Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 13: ¿Así de simple fue...?

Parte 1.

Sé que dije que nos haríamos cargo, pero el problema aquí es ¿Cómo? No llevo tanto tiempo siendo un dragón, pero instintivamente sé que esa mujer es más fuerte que yo.

“Ahora bien… Leo. ¿Te puedo encargar el apoyo? Voy a darle algunos golpes.”

“… veré que puedo hacer.”

“Es todo lo que necesito saber.”

Una vez dijo eso, Himeko comenzó a andar en dirección a la mujer. Paso a paso, fue aumentando su ritmo y después del quinto paso, salió disparada hacia la mujer. Al momento siguiente…

*BAM*

El sonido de un fuerte impacto resonó por el lugar y una ráfaga de aire salió desprendida hacia todas las direcciones. El puño de Himeko se iba a estrellar contra el rostro de la mujer, pero esta puso su lanza de por medio, bloqueándolo con facilidad.

“Ho, que miedo.”

Himeko saltó hacia atrás debido a que la mujer sacudió su lanza. Dejando una distancia de unos tres metros, Himeko y la mujer se miraban fijamente.

“Hm… vamos a ver…”

Mientras ambas parecen tantear a su oponente yo me voy moviendo alrededor del terreno para tener una mejor visión y en caso de que me ataquen a mí, no involucrar al resto.

“… supongo que iré primero.”

“Que estas… ¡¿…?!”

Después de esas breves palabras, la mujer desapareció. Se había movido y su objetivo… era yo.

“¡¿Huh?!”

En un instante apareció frente a mí la punta de la lanza dirigiéndose a mi rostro. De alguna forma logré mover mi cabeza y esquivar la estocada, pero la evadí con una distancia mínima… o eso creía.

“Woah… eso fue rápido. Por poco y no la cuento.”

Tengo una extraña sensación en mi mejilla. Estoy seguro de que la punta de la lanza me rozó. Por la sensación sé que es solo un arañazo superficial, pero si lo estoy sintiendo significa que esta mujer puede atravesar mis escamas… eso no es divertido.

“¡HAAH!”

*BAAAM*

Al instante siguiente, la mujer dio un gran salto hacia atrás y de la nada, en donde ella estaba de pie se formó un gran cráter debido al impacto de algo. En el centro del cráter estaba Himeko con su puño clavado en el suelo.

“Tch.”

“Oh vaya. En serio eres rápida.”

“No lo suficiente al parecer.”

Sacando su puno del suelo, Himeko se abalanzó sobre la mujer y esta, en lugar de esquivar o retroceder, recibió su golpe con su lanza otra vez.

Uno tras otro, Himeko lanzaba golpes a la mujer y esta solo evadía, bloqueaba y desviaba cada uno con precisión. No parecía haber alguna posibilidad de asestarle un golpe limpio.

La lluvia de golpes de Himeko continuó hasta que uno de esos golpes liberó una extraña ráfaga de energía. La mujer recibió el golpe con el mango de su lanza y, aun así, fue empujada hacia atrás. En ese momento…

“¡Probemos esto!”

Un pilar de piedra surgió desde debajo de sus pies y la lanzó al aire en un instante. Esto fue algo que se me ocurrió al ver lo rápida que es. Está claro que tenemos que limitarla de alguna forma y por eso, pensé en inhabilitar sus pies. Por eso la lance al aire.