Capítulo 15: Un grupo inesperado.

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Parte 1.

“Leo-sama… ¿Qué es esto?”

En la sala de huéspedes de la mansión, me encontraba siendo cuestionado por Flora. La razón por la cual me ha preguntado es que, en este momento, hay una mujer inconsciente acostada en el sofá y un niño de unos 13 años sentado junto a ella.

Yo estoy tranquilamente acomodado sobre la mesa de centro frente al sofá mientras que Aria le aplica tratamiento a la mujer.

“Hm… lo único que puedo decir es que me los encontré en el bosque.”

“¿Se los encontró? ¿Acaso son animales abandonados?”

“Verás…”

Rápidamente le explico a Flora el cómo llegamos a la situación actual.

“Entiendo. Entonces, lo siguiente seria averiguar por qué están en este bosque en primer lugar. Según Selene-san no parece que vivan humanos en este bosque después de todo.”

“Eso es cierto.”

“Mm…”

“¡Ah!”

Como si hubiera estado esperando por ese momento, la mujer acostada sobre la cama libero un sonido. El niño a su lado enseguida se volteó hacia ella preocupado.

“Ugh… ¿Dónde…? ¿Seijiro-sama?”

“Shizuka… estas bien.”

La mujer levantó la parte superior de su cuerpo con sus brazos hasta que su rostro estuvo a la misma altura que el del niño. El niño, al ver como ella había despertado, la abrazó con fuerza con ojos llorosos.

Así que se llama Shizuka.

“Me alegra que este bien, Seijiro-sama.”

Hm… parece que está bien. Intercambio miradas con Aria por un instante y esta infla su pecho con una expresión orgullosa en su rostro. Parece que todo está bien. Me alegro.

“Ehm… ¿Quiénes son estas personas?”

Shizuka preguntó al darse cuenta de que no estaban solos en la habitación. En la actualidad solo hay cuatro presentes además de ellos dos. Esta Aria, Flora, Leticia y yo.

Shizuka hizo su pregunta después de ver a las otras tres, pero por alguna razón sus ojos están fijos en mi ahora. Aquí vamos otra vez… sé que soy un tipo raro de dragón, pero por dios, que se me queden mirando fijamente cada vez es algo incómodo.

“Ah, ellos nos ayudaron. Esa chica de ahí curó tu herida y…”

Ahora el niño también me está mirando.

“Esto… Seijiro ¿cierto?”

“¡S-Sí!”

Ahora por alguna razón el niño se ha sentado con la espalda recta y parece nervioso… ¿acaso doy miedo? No puede ser ¿verdad? Digo, no estoy liberando nada para intimidarlos así que no debería dar miedo. ‘Solo soy una serpiente que habla’… no es algo que pueda decir, así como así.

“Primero que todo. ¿Cómo te sientes?”

“M-me siento bien. Ese te me ha ayudado a calmarme y de alguna forma siento que mi cansancio se ha recuperado un poco.”

“Ya veo. Es bueno saberlo. La mujer a tu lado… parece estar bien. Cansada, pero bien.”

Es cierto que parece cansada, pero nada más. Si están bien, todo en orden entonces. Ahora…

“Sé que están algo cansados, pero aun así me gustaría…”

“¿Conocer nuestra situación?”

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora