XII. Impulsos

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Despierto con una migraña horrible y al abrir los ojos, la luz me lastima, ocasionando que los cierre de golpe mientras pongo la palma de la mano encima de estos.
Poco a poco voy pestañeando en lo que mi vista se adapta, después de unos segundos deja de arder.

Me incorporo y al mirar al rededor caigo en cuenta que estoy en la recámara de Andrew pero ¿qué hago aquí?.
Rápidamente destapo mi dorso y suspiro frustrada al no ver ningún rastro de mi vestido, en su lugar, una camisa de hombre que me queda enorme.

Abrumada, me dejó caer nuevamente sobre la almohada mientras flashbacks de la noche anteriormente comienzan a inundar mis pensamientos; el baile con Andrew, las miradas con Addison, la pelea con la misma y por último, cuando besé a Deluca.

—Dios... ¿Qué pasó? –pregunto para mí misma mientras masajeo mis sienes.

—Buenos días –dice Andrew mientras entra por la puerta con una charola con café y galletas.

—Buenos días... –estoy tentada a preguntar por lo pasado hace unas horas.

—¿Cómo te sientes? –se sienta al borde de la cama mientas deja la charola en la mesa a lado de la cama.

—Bien... creo, aunque la cabeza me está matando.

—Tomaste bastante a noche, no me sorprende –me extendió un vaso con agua.

Tomé el vaso y bebí rápidamente, tenía la boca seca.
—Andrew... ¿Qué pasó a noche?

Él río al ver mi expresión de preocupación y negó con la cabeza.

—No pasó nada Meredith, si eso es lo que te preocupa.

—No recuerdo mucho, pero, yo te besé y después-

Fui interrumpida por su voz.
—Y después te pare, estabas muy borracha Mer. Nada más pasó.

—Bien –suspiré.
—Espera... ¿Y esto? –señalé la camisa que sustituía mi vestido

—Te la di antes de irme a dormir. Te molestaste conmigo por despertarte pero al final por lo visto si te cambiaste –rió —anda, desayuna que tenemos turno en el hospital.
Antes de preguntar, pareció que me leyó la mente —Tus hijos están con Sofía, resulta que habían organizado una pijamada ¿Si recuerdas?

—Sí, me lo mencionaron por la mañana –posé mi nuca en la cabecera de la cama —Solo quería saber cómo durmieron.

—No los despiertes, Callie dice que se desvelaron un poco viendo películas, pero ya hablé con ella y dice que están bien.

—Mil gracias Andrew –sonreí.

Asintió y salió de la habitación para prepararse e irnos al hospital.
Mi teléfono comenzó a sonar y contesté.

Amelia ¿Qué pasó?

Hey Mer. Solamente quería pedirte si podías traer el libro que tengo sobre la mesa de mi recámara, es que quedé con Teddy que se lo prestaría.

Ajá, yo lo llevo...

Si estas en la casa ¿verdad?

Ajá... –mire hacia la puerta de la habitación.

Bien, al rato me cuentas –escuché su risa antes de colgar.

Me quite la playera y me coloque el vestido de la boda. Pedí un Uber y salí a avisarle a Andrew que me tenía que ir ya.

—Hey... –entré a la cocina.

—Hey ¿qué pasó? –volteó hacía mí.

—Me tengo que ir, Amelia me encargo algo y aparte aún me tengo que bañar para ir al hospital.

—Vamos, te llevo.

—No te preocupes, pedí un Uber.

—Bien, ve con cuidado -apretó mi hombro y sonrió.

—Seguro –caminé hacia la puerta.
—Gracias... Por todo –dije sin voltear hacia él.

—No tienes que agradecer nada Meredith, lo sabes.

Sonreí y gire la cabeza hacía él.
—Bien, te veo en un rato –salí y cerré la puerta detrás.

El trayecto a casa fue tranquilo y rápido, en veinte minutos aproximadamente habíamos llegado.
Rápidamente tomé un baño, me cambié, tomé el libro de Amelia y manejé hasta el hospital.

—Buena noche eh –mencionó Jo apenas entre al hospital.

Reí ante su comentario y rodé los ojos.
Platicamos mientras caminábamos rumbo a la sala de titulares para cambiarme y poder comenzar mis cirugías.

—Oye ¿sabes dónde está Amelia? –pregunté mientras buscaba en mi bolso.

—Creo que la vi con la doctora Montgomery ¿Por qué?

—Ah nada, es que necesito darle este libro... –lo saqué del bolso y se lo mostré.

—Vamos, te acompaño. Aparte tengo rondas con la doctora Montgomery —caminó en dirección a la puerta.

—Amm... Mejor se lo doy al rato, recordé que tengo cosas que hacer.

—Bien... Te veo al rato Grey –salió de la sala, dejándome sola.

Suspiré y me tumbe en el sillón mientras cubría mi rostro con mis manos, estaba abrumada.
Teníamos que aprender a sobrellevar las cosas, a fin de cuentas no nos podíamos evitar toda la vida.

[Addison]

Después de la discusión con Meredith me quedé un extenso rato a la orilla del mar pensando en todo y nada a la vez. Más tarde nos fuimos a casa ya que Henry estaba muy cansado, lo acosté y fui a la sala por un trago.

—Addison –la voz que Jake me sacó de mis pensamientos.

—¿Qué pasó? –lo miré mientras tomaba de la copa de vino entre mis manos.

—¿Estás bien? Estas muy... rara... –se cruzó de brazos apoyado en el marco de la puerta.

—Sí, solamente estoy cansada... eso es todo.

—No hablo de hoy Addison... –suspiró.
—Desde que regresamos has estado... extraña. Pareciera que estos meses en Seattle te han cambiado –afirmó.

¿Cómo decirte que me enamoré de alguien más?

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓𝒂:

Mil gracias por el apoyo que le están dando a la historia, de verdad me hace feliz sus comentarios, sus votos y todoo<3.

The lastWhere stories live. Discover now