XXIV. Último impulso

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Comienzo a relajarme al sentir sus manos enredadas en mi cabello. Traza círculos en mi cabeza de manera delicada.

No quiero pensar en nada más, solo disfrutar este momento.

La habitación está en completo silencio, no se escucha nada mas que nuestras respiraciones y me concentro en escuchar su corazón que late contra su pecho.

Nada dura para siempre, soy la persona que más claro lo tiene, pero tontamente deseo quedarme así por una eternidad. Estoy consiente de que no es posible, pero quiero alargar esto tanto como sea posible.

Extrañamente sus brazos siempre me hacen sentir en paz y segura, su aroma me hace sentir tranquila, al igual que los latidos de su corazón.

Algo me falta y sé perfectamente que es. Es una lucha constante conmigo misma.

Su mano roza mi cuello ligeramente e inevitablemente la piel se me eriza

Percibo que su corazón se acelera ligeramente.

A causa de la cercanía.

Decido tomar valor y la recompensa me recuerda que vale la pena; sus ojos azules están a escasos centímetros de mi rostro, viéndome. Tenerla tan de cerca de produce mil sensaciones. Nuestras respiraciones chocan y siento que me estoy arrojando al vacío, pero me es inevitable impedirlo.

Suspira antes de acercarse a mí, a lo que yo hago lo mismo.

Estamos tan cerca que ya no podemos evitar lo que pasará. Y aunque me reúse, en el fondo deseo hacerlo.

Mi pecho reposa sobre el suyo, puedo sentir como sus pulmones se oxigenan debajo de mí.

Ladeo la cabeza y hago a un lado su cabello que recae sobre su rostro, alcanzo a rozar su mejilla con mi pulgar y cierra los ojos al sentir el contacto. El flujo de sangre se concentra en sus mejillas; esta sonrojada. El último impulso me corresponde a mí, así que lo hago; mi labio inferior roza con el suyo y ya no puedo detenerme.

—Meredith... —los ojos de Addison se abren inmediatamente al escuchar la puerta abrirse seguido de la voz que me llama.

Mi primera reacción es apartarme y voltear para ver a Andrew atravesando la puerta.

Estoy agitada y mi respiración es prueba de ello, además de que seguramente también mi cabello es un desastre.

Paso nerviosamente las manos por el tratando de arreglarlo mientras lo veo entrar. Es como si todo sucediera en cámara lenta.

—Lo lamento, ¿interrumpo algo?

Volteo a ver a la pelirroja que pareciera querer asesinarlo con la mirada, pero finalmente baja la cabeza, pues el color de su rostro habla por sí solo.

—¿Me buscabas? —omito la pregunta y volteo a verlo nuevamente.

—Si, necesito que revises unos estudios.

—Okay —suspiro tratando de relajarme— vamos —me pongo de pie y mi mirada se desvía a la mujer que reposa en la cama, pero no logro decir nada. Rodeo la cama y camino hacia la salida, antes de cerrar la puerta volteo a verla por última vez y nuestras miradas se encuentran.

No sé decir si el que Andrew nos interrumpirá fue una salvación y mantenerme tranquila o, por el contrario, estar molesta como ella, pues muy en el fondo a pesar de todo deseaba hacerlo. Quiero hacerlo hace tiempo, pero ciertas cosas nos pudieron más.

—Grey...

—¿Qué pasó?

—Llevo hablándote desde que salimos ¿segura que estás bien?

—Si...

—Estás dispersa.

Le quito los estudios para checarlos y evitar sus preguntas. Los analizo cautelosamente mientras él espera mi respuesta.

—¿Es la que esta programada para hoy, cierto? —pregunto y volteo a verlo.

—Si.

—Bien. Vamos.

[...]

La cirugía transcurre según lo planeado, aunque fueron varias horas dentro del quirófano y la espalda me duele.

—¿Qué pasa? —le pregunto mientras caminamos a la par.

—Nada —mantiene la vista fija en el teléfono—, la doctora torres te está buscando.

—¿A mí? ¿Para qué?

-No lo sé, dice que te ha estado marcando.

Saco el teléfono velozmente y reviso el historial de llamadas.

Callie: tres llamadas perdidas

Continúo viendo los nombres que aparecen en la lista.

Addison Montgomery: una llamada perdida.

Fue hace una hora, pero ¿por qué?, ¿le habrá pasado algo?

—Hey Richard, ¿sabes como está Addison? —pregunto al verlo pasar junto a mí.

—Vengo de allá, se quedó dormida. Torres estaba con ella cuando me fui —me informa— ¿por qué?

—Nada más, tenía el pendiente.

Continua su camino al igual que yo.

No podía verla, no sabría como encararla, pero tampoco podía dejar que algo le pasara.

—Notifícame de cualquier cosa —me refiero a la paciente. Él asiente y me retiro a buscar a Callie.

Camino por los pasillos del hospital mientras la busco con la mirada. No dejo de pensar en lo que Addison hizo por mí. Me removió los pensamientos y lo quiera o no, logró derribar mis barreras.

Toda la situación me confunde demasiado, pues también desde que llegó algo cambio en mí. No estoy muy consiente de cuando la deje de ver como una colega más. Pero cuando me había armado de valor todo salió mal y ahora todo es distinto.

—Te estaba buscando —me frenan tomándome del brazo.

—Justamente iba a verte. Deluca me avisó, ¿Qué necesitas? —volteo a ver a Torres.

Se acerca cautelosamente a mí y comienzo a preocuparme.

—Necesito comentarte algo ¿vamos a tu oficina?

Dios, torres ¿Qué vas a decirme?

The lastWhere stories live. Discover now