LII. ¿Preocupaciones?

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Después de salir de una larga cirugía fui por un café, realmente lo necesitaba.

Desde hace algunos días había comenzado a nevar en Seattle, así que las bebidas calientes eran nuestra mejor opción. Estuve un buen rato en una de las habitaciones de pacientes vacías. Me senté a beber mi café en el sillón mientras los copos de nieve caían al otro lado del cristal.

La chamarra me mantenía cálida y el café también, además de que me mantenía despierta.

Después de estar ahí algún tiempo, chequé mi teléfono y recordé que tenía una operación pendiente, así que guardé el dispositivo y salí de la habitación.

Mientras me dirigía hacia la pizarra de cirugías tiré mi café en el cesto y metí las manos a las bolsas de la chamarra para buscar mi gorra. Comencé a checar todas las cirugías que estaban anotadas allí, además de la mía. Me ganó la curiosidad de ver a que interno tendrían, que adjunto la realizaría y que quirófano ocuparían. Estaba tan inmersa leyendo que no sentí cuando alguien más comenzó a hacer lo mismo que yo. Simplemente lo ignoré y seguí leyendo, hasta que llegué a un nombre.

Titular: Dra. Montgomery.

Quirófano 2.

La cirugía estaba programada para dentro de veinte minutos, así que ni siquiera me tomé la molestia de ver quien estaba a lado de mí.

—¿Ahora me espías, Grey?

Addison Montgomey en toda su esencia.

Estaba checando mi propia cirugía, doctora Montgomery —respondí sin voltear a mirarla.

—Me perdí ¿Ahora eres Meredith Montgomery? —vi de reojo como inclino la cabeza, buscando mi mirada—. Porque ahí dice doctora Montgomery.

—Tal vez —finalmente volteé a verla.

—Así que supongo que yo soy Addison Grey ¿no? —sonrió sarcástica.

—Si así lo quieres, no tengo problema —volteé hacía los lados, había poca gente en el área y nadie nos veía— ¿Addison Grey o Addison Montgomey-Grey? —regresé la mirada a ella.

—Eres todo un caso... —rio.

—Tú empezaste —me defendí y volví la vista a la pizarra.

—Como sea —amarró su cabello— ¿Has visto a Jo? No la encuentro por ningún lado.

—No... —volteé la cabeza sin despegar la vista de mi cirugía—, honestamente no la he visto desde ayer —finalmente volteé a verla.

—Necesito encontrarla —dijo preocupada—. Tenemos cirugía, pero bueno. Eso ya lo sabes.

—Debe estar estudiando —masajeé su brazo para tratar de calmarla— no te preocupes, llegará.

—Espero... —susurró y después fijó su vista detrás de mí. Giré la cabeza para ver lo que ella observaba y Andrew escribía algunas cosas en el ipad. Al sentir la mirada de ambas subió la mirada y rápidamente quité mi mano de su brazo por impulso.

Addison suspiró y regresé la vista hacía ella.

—Te veo después, Grey. Tengo cirugía —no dijo más y dio la media vuelta. La observé irse hasta que la perdí de vista.

Me quedé unos segundos con la vista perdida en el camino por donde había caminado, hasta que oí pasos detrás de mí.

—¿No vas a decir nada? —pregunté con la vista fija.

—No... —apagó el ipad— Bueno, pensándolo bien... si —giré la mirada para verlo.

Cuando me vio a los ojos se quedó unos segundos en silencio, hasta que finalmente habló.

—Deja de pensar tanto las cosas, Meredith —inclinó la cabeza— no todo te va a salir mal —sonrió y se fue.

Me quedé unos segundos procesando todo lo que acababa de pasar, pero tenía una cirugía, así que me dirigí rápidamente al quirófano dos mientras me colocaba la gorra.

Comencé el lavado quirúrgico, me pusieron todo el equipo estéril.

Hablé un poco con la paciente mientras preparaban a mi interno. Estaba asustada y era bastante lógico para cualquiera. Así que traté de calmarla un poco previo a la cirugía y después de algunos minutos estaba más tranquila, así que la anestesiaron y comencé la cirugía, era relativamente sencilla, así que estaba todo en orden.

Después de algunas horas salí del quirófano en espera de que la paciente despertara para ver cómo se encontraba.

Caminé por los pasillos del hospital en busca de otro café.

—¡Meredith! ¿te estas escondiendo de mí? —Alex se unió a mi caminata.

—¿Qué? No, por supuesto que no.

—Bueno, casi no te he visto —metió las manos a los bolsillos de su chamarra.

—He estado ocupada, lo lamento.

—¿A que hora sales hoy? —preguntó.

—No lo sé... creo que a las nueve ¿Por qué? —volteé a verlo.

—Bien, yo salgo ocho y media ¿te parece si vamos por algo a Joe's? —propuso y su teléfono sonó— ¡Callie! —contestó— Dame un segundo, estoy con Meredith —alejó el teléfono—. Te veo al rato, Meredith.

Se alejó mientras hablaba con Torres y ni siquiera me dejó contestar. Seguí caminando para comprar mi café, a fin de cuentas iba a necesitar energía extra esta noche.

The lastWhere stories live. Discover now