Capítulo 1 - Pienso cumplir con mi deber

14.1K 801 517
                                    

Akaza se encontraba luchando a muerte con Kyojuro Rengoku, el Pilar de las Llamas, estaba decidido a convencerle de convertirse en demonio, debía hacerlo, ese espíritu de lucha y la dedicación que había puesto a todo su entrenamiento no podría perderse, no soportaba verlo. ¿Por qué no aceptaba su propuesta? ¿Cómo podía aceptar que todo el esfuerzo se lo llevará la muerte? Jamás lo aceptaría.

¡Kyojuro, conviértete en demonio. Estaremos juntos toda la eternidad! - proclamó Akaza emocionado por la batalla, jamás había visto un Pilar semejante.
¡Jamás, pienso cumplir con mi deber! - dijo Rengoku con seguridad.

A pesar de los esfuerzos el Pilar comenzaba a sentir el cansancio de la batalla, le jodía aceptarlo, pero él era humano, un simple mortal, y se estaba enfrentando al ser más poderoso que había conocido. Se sentía furioso, pero también lo admiraba, su poder era increíble, si se hubiesen conocido en otras circunstancias habrían sido grandes rivales. Sin duda, si hubiese decidido coger el camino de un guardián de la noche, habría llegado a Pilar, y uno más poderoso que el mismo Rengoku. Claro que quería seguir siempre mejorando, disfrutaba de la vida a pesar de todas las dificultades que esta le había dado, pero no podía romper su promesa, era lo último que su madre le había mandado antes de pasar al otro mundo. Demasiados pensamientos pasaban por su cabeza, pero no era el momento, tenía que proteger a los pasajeros y a sus aún no proclamados tsugukos, además de lograr volver a casa con querido hermano Senjuro y su padre Shinjuro.

Rengoku pensó - No puedo perder, no ahora, no desfallezcas, todos confían en ti, eres el Pilar de las Llamas, Kyojuro Rengoku - Tras pensar eso proclamó hacia el demonio - Pienso cumplir con mi deber... ¡a cualquier precio!

Se lanzó hacia él usando su novena forma: Purgatorio. Estaba decidido, solo podía hacerlo él.

¡Jajajaja! - Akaza detuvo el ataque sonriendo amenazantemente, realmente lo disfrutaba, no quería dejar de pelear contra él nunca, qué emoción le producía.

¿Y ahora qué? Si se despistaba le cortaría la cabeza, pero no podía matarlo, no podría acabar con la vida de tan valioso rival, quería llevarlo con él y hacerlo demonio. Luchar eternamente, era lo único que deseaba en ese momento. Recibió varios ataques de Rengoku y por primera vez desde que se convirtió en demonio sintió que podía perder, su cabeza empezó a darle vueltas, ni de broma iba a morir, no después de tanto.

¡Rengoku-san! - se escuchó gritar a Tanjiro.

Akaza volvió en sí mismo y se dio cuenta de lo que había hecho, en el momento de terror se había defendido con un puñetazo seco en la cabeza de Rengoku, provocando el desmayo de este, además de que estaba perdiendo sangre. No sabía qué hacer, no quería perder a tan valioso luchador.

¡Tch! - Akaza se quejó, no podía estar pasándole esto, estaba amaneciendo. Pensó para si mismo - Tengo que cogerlo y llevármelo de aquí, cuando se vea acorralado aceptará ser un demonio. Sí, es un gran plan.

Tanjiro e Inosuke corrieron hacia él, no podían dejarlo ir, no después de los esfuerzos de Rengoku por derrotarlo.

¡Mocosos de mierda, vosotros sois muy lentos! - dijo Akaza cuando usó su golpe de vacío apartándolos de él y cargó al Pilar en sus hombros, huyendo hacia el bosque.
¡No huyas, cobarde cabrón! - escuchó Akaza de la boca del chico del pelo rojizo.

Al segundo sintió una katana atravesarle la espalda, por un momento logró detenerlo, pero no lo paró.

¿Acaso ese maldito niñato no tiene cerebro? No huía de él, precisamente le estoy haciendo un favor a este humano - pensó con resignación, realmente sus palabras le habían dañado el orgullo, nunca había tenido que irse así de una batalla, por ningún motivo. Pero esto era distinto, sentía el deber de seguir peleando para siempre contra el Pilar, jamás había estado tan emocionado por una batalla y no iba a dejar escapar esa sensación.

Huiría a un lugar donde pudiera retomar su charla con Rengoku. Todo iría según lo planeado, había encontrado al compañero de lucha que ansiaba después de tantos años. Al final llegó a una casa grande abandonada y desordenada, en su mayoría repleta de artefactos para el entrenamiento de artes marciales, bastante usados.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora