Capítulo 93 - Puños desnudos

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Doma se lanzó a por él y Muzan desplegó sus raíces, estaban dispuestos a matarse y de una forma horrible. Doma daría todo lo que tenía por Senjuro, tenía que retrasar los ataques de Muzan hacia él todo lo posible.

Por otro lado Hakuji caía después de haber esquivado por los pelos el rápido ataque de una katana, que llegó a cortarle levemente la cara, no había duda, no era rival para él.

¡Hakuji! - gritó Kyojuro dirigiéndose a él, que había aterrizado de espaldas al suelo. Hakuji se levantó con dificultad regenerando sus heridas.
¡No te acerques! - dijo antes de que viesen cómo un espadachín caía clavando su espada en su pecho.
Akaza, nunca pensé que te unirías a los matademonios. Yo te respetaba, pero parece que ni siquiera eres capaz de comprometerte a algo y terminarlo - dijo girando su katana para abrir más su herida.
No seas hipócrita, Tsukiguni - rió Hakuji, lo que provocó el enfado de el espadachín, que rápidamente sacó su espada de su pecho para hacer un movimiento hacia su cuello. Hakuji de un puñetazo desvío su espada y se incorporó.
No vuelvas a llamarme por ese nombre, deberías tener más respeto a tus superiores - dijo apuntando con su espada hacia Hakuji.
No te voy a llamar Kokushibo, ese no es tu nombre real - Hakuji desplegó su Aguja de brújula para poder luchar en condiciones - es una pena que un espadachín como tú vaya a morir hoy aquí.
Que empiece la fiesta, Akaza - Kokushibo se lanzó a por él y empezaron a golpearse con agresividad. Cortó algunos de sus dedos provocando que retrocediese, pero Hakuji pateó su espada desviándola mientras regeneraba sus dedos - ¡has mejorado desde la última vez que te vencí, no está mal para ser solo la Tercera! - Kokushibo cortó uno de sus brazos - pero sigues siendo igual de débil que esos asquerosos humanos.

Tanjiro lo miró sorprendido, era él, el hermano de Yoriichi. Quitando la cara llena de rasgos demoníacos, eran iguales. ¿Cómo podía el hermano del matademonios más fuerte de la historia ser justamente la Luna más poderosa y estar hablando así de los humanos? eso estaba mal.

¡Cállate! - Kokushibo giró su mirada para encontrarse con la cara de enfado de Tanjiro - ¿cómo puedes hablar así de los humanos sabiendo cómo los protegía tu hermano? todos hemos sido débiles alguna vez, pero gracias a los fuertes es que hemos podido mejorar. Si no, no estarías vivo, porque todos nacemos siendo débiles.

Hakuji lo miró sintiendo cómo su estómago se revolvía, algo lo hacía sentir mal cuando escuchaba a Tanjiro, era como si estuviese escuchando las palabras de otra persona. Sintió una mano en su hombro y se giró para golpearlo, pero no había nada. Abrió los ojos sorprendido y desconcertado.

¿Qué ha sido eso? - dijo asustado.
Tanjiro Kamado - Hakuji se giró regenerando su brazo para volver a mirar a Kokushibo, quien agarraba su espada con fuerza haciendo que se marcasen venas en su brazo y su cara - ¿tus últimas palabras?

Al momento Kokushibo se desplazó rápidamente delante de él, quedando su espada a punto de cortar su frente. Hakuji corrió dándole una patada para quitarlo del medio y volver a golpear a Kokushibo, recibiendo un corte de este en el pecho. Tanjiro lo miró anonadado, acababa de salvarlo el mismo demonio que le había prometido en el Tren Infinito que iba a matarlo.

¡No te quedes ahí parado! ¡se supone que no eras débil! - Hakuji lo miró enfadado, si era un Pilar que no estorbase al menos. De verdad que sentía mucho asco por él, pero incluso así no podía matarlo.

Kyojuro y Giyu estaban alejados sin meterse, Kokushibo era demasiado rápido. Si usaban sus ataques, que eran de corto alcance, solo serían una molestia.

¡Tanjiro! - gritó Tomioka - ¡aléjate de ahí, Hakuji puede solo. Vamos a por Muzan!
¡Pero...! - Giyu lo interrumpió.
¡Pero nada, muévete! ¡solo somos una distracción! - Tanjiro frunció el ceño enfadado pero tenía razón, no podía hacer nada ahí. Solo estaba molestando a Hakuji.

Los tres se fueron dejando a las dos Lunas peleando, Hakuji estaba en clara desventaja solo protegiéndose, Kokushibo era demasiado poderoso para él y solo podía contraatacar justo después de sus ataques.

Sanemi se había separado de Hakuji al ser atacados, cayendo a otra habitación perdiendo el rumbo del camino que había seguido, estaba completamente perdido. Tokito, Himejima y Genya también se encontraban dando vueltas sin saber adónde ir, estaban muy despistados, ese sitio era un verdadero laberinto.

Hakuji luchaba con todas sus fuerzas, pero ni así conseguía siquiera entretener a Kokushibo, ese hombre tenía lo mejor de los demonios y lo mejor de los Guardianes de la Noche.

¡No eres rival para mí, Akaza. Con tus pobres puños desnudos no puedes ganarme! - dijo Kokushibo burlándose de él.

¿Puños desnudos? Hakuji empezó a recordar las palabras de su maestro Keizo. Claro, por eso despreciaba a Tanjiro, le recordaba mucho a él, que también le enseñó a proteger a los débiles para que se hicieran fuertes, le hacía recordar su doloroso pasado. "No somos samuráis, no tenemos katanas. Pero aún así, no nos hacen falta, nuestras espadas son nuestros puños. Puedes estar orgulloso de luchar solo con las manos". Esa mirada orgullosa de Keizo, su sonrisa sincera, todo lo que echaba de menos... tenía que ganar a Kokushibo, no podía perder allí, no podía despediciar sus enseñanzas.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora