Capítulo 101 - No pierdas hoy

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¿Qué mierda es eso? - Muzan partió en dos al gato asombrado al ver cómo los Pilares se recuperaban - Tamayo... sigues jodiéndome incluso muerta.

Obanai echó una mirada asesina a Muzan cuando su espada se volvió roja y su marca apareció en su brazo. Se abalanzó sobre él cortándolo varias veces y Kyojuro le siguió cortando su cabeza una vez más. Inosuke, Zenitsu y Kanao partieron en varias partes su cuerpo aprovechando que durante unos segundos su cabeza tenía que regenerarse. Muzan se regeneró para atacarlos pero Obanai y Hakuji lo impidieron arrancando sus brazos. Su regeneración contra las espadas de Obanai y Rengoku se había ralentizado.

¡Ya no eres tan rápido, eh, cabrón! - gritó Sanemi cortándolo. Gyomei golpeó sus armas volviéndolas carmesí y lanzó su bola contra Muzan, destruyendo su hombro - ¡Tomioka, hagamos lo mismo que Gyomei! ¡choquemos nuestras katanas!

Los Pilares convirtieron sus katanas a un color brillante y Muzan los miró con asco. Senjuro pateó su cabeza desestabilizándolo y Muzan lo agarró del tobillo.

Mocoso de mierda - dijo apretando su agarre haciéndolo sangrar y sacó sus espinas dispuesto a matarlo.
¡Senjuro! - Kyojuro corrió hacía él pero no llegaría a tiempo, iba a atravesarlo y modificaría sus células matándolo.

Kyojuro parpadeó y al abrir los ojos se encontró a aquel demonio delante de él, Muzan le había atravesado el corazón y el estómago haciéndole vomitar sangre.

¡Doma! - Senjuro apretó los dientes, Doma lo había empujado poniéndose en medio de él para protegerlo y giró su mirada hacia Senjuro.
Te dije que te protegería incluso si tenía que morir - le dijo sonriendo. Muzan sacó su brazo de él y lo miró asqueado. Doma cayó al suelo tosiendo sangre, ya no podía regenerarse, Muzan había conseguido modificar sus células quitándole sus habilidades de demonio.
Qué decepción, Doma. Un demonio tan poderoso como tú muriendo de esta forma tan lamentable... - dijo Muzan burlándose.

Senjuro agarró su cabeza y lo vio entre lágrimas, no podía creer que Muzan lo hubiese matado cuando él intentaba protegerlo.

Doma... - dijo empezando a llorar sobre él.
No llores... por favor - Doma lo miró sonriendo y acarició su mejilla hablándole con dificultad - me alegro de que mi muerte sea protegiendo a alguien tan hermoso como tú... alguien que es capaz de hacerme sentir vivo... ten una vida larga, no pierdas hoy, hazlo por mí, por favor... yo... - Doma tosió sangre mientras Senjuro lo veía sin poder decir nada - yo... te quiero - cerró los ojos y su brazo dejó de acariciar a Senjuro al caer. Senjuro empezó a gritar entre lágrimas. Todos los miraban totalmente dolidos, era una escena desgarradora.
¡No me hagas esto! ¡eres un mentiroso! ¡regenerate y levanta! ¡me prometiste que no te pasaría nada! - dijo golpeándolo en el pecho para luego pegarlo a él abrazándolo. Doma no podía estar muerto. Había roto su promesa para salvarlo.

Doma sintió calidez y abrió los ojos viendo el hermoso cielo azul en el que había unas algunas nubes, los rayos del Sol le hicieron estremecerse, miró hacia abajo y observó unas llamas que quemaban sus pies pero sin hacerle daño.

¿Este es el otro lado? - dijo sorprendido mirando hacia delante donde había una luz brillante con las siluetas de muchas de las personas a las que había matado - eso es el cielo... así que sí existe - Doma miró hacia atrás, era un lugar lleno de llamas, todo estaba oscuro y el calor de allí era intenso. Sonrió suspirando - y esto es el infierno... a donde tengo que ir.

Doma se quedó mirando al cielo un rato más y cerró los ojos pensando en Senjuro hasta que escuchó una voz que lo llamaba. Esa delicada voz era...

¿Shinobu? - dijo abriendo los ojos. Tenía una presencia hermosa y brillante.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Where stories live. Discover now