CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18

Capítulo 62 - Mi afición favorita

Doma usó su otra mano para taparle la boca y Senjuro arañó con fuerza sus brazos. Doma disfrutó de verlo quejarse sin poder hacer nada, soltó el agarre de su cuello y se chupó la sangre que se le caía por los labios.

No te regeneres hasta que yo lo diga, quiero ver tu cuerpo marcado por mí - le dijo clavando sus uñas en su pecho.

Senjuro se quejó mucho al sentir cómo lo arañaba, le dolía todo el cuerpo ahora mismo pero también lo disfrutaba, le gustaba el dolor. Doma mordió su espalda por varias zonas haciéndolo sangrar, le encantaba escuchar sus lamentos de dolor con cada nueva marca que le dejaba. Doma hizo círculos con sus dedos dentro de su culo para intentar abrirlo lo máximo posible, ya no aguantaba más, se lo iba a follar ya.

Doma sacó sus dedos de él y se sentó detrás, agarrando a Senjuro para tirar de él quedando sentado sobre sus piernas.

Levanta las caderas y abre las piernas - le mandó Doma. Senjuro se alzó temblando y Doma puso su pene en su entrada, empujando a Senjuro hacia abajo para introducirlo un poco.
¡No, no! ¡joder, Doma! - Senjuro empezó a sollozar de dolor pero Doma ya no quería parar, su pequeño cuerpo le parecía demasiado sabroso como para dejarlo ir en el mejor momento.
Shhhhh, cállate - Doma le puso la mano en la boca y poco a poco bajó más su cuerpo hasta que metió su pene entero disfrutando de las lágrimas de Senjuro.

Senjuro no podía moverse, estaba totalmente atrapado y él se lo había pedido. Se sentía muy débil en sus manos. Doma subió su cuerpo un poco para sujetarlo encima del suyo y comenzó a embestirle intensificando su fuerza poco a poco. Cuando Senjuro se acostumbró se apoyó sobre él intentando aguantarse en esa posición y comenzó a gemir más de placer que de dolor. En ese momento Doma volvió a clavar sus dientes en él y Senjuro gimió al sentir cómo le apretaba. Doma lo soltó para disfrutar viendo toda su espalda sangrando.

Joder, Honosho, voy a follarte hasta que tu pequeño cuerpo no pueda moverse. Vas a desear no haberme conocido - Senjuro sintió cómo de su pene salía líquido preseminal, las palabras de Doma le ponían y quería sentir cada vez más dolor. Cogió una de las manos de Doma y la puso sobre su pecho donde antes le había arañado para que volviese a hacerlo, arañando con su pequeña mano la suya - niño masoquista de mierda.

Doma clavó sus uñas con fuerza en él y las deslizó haciéndole un arañazo enorme. Senjuro apretaba con fuerza su brazo hasta el punto de que Doma sintió que iba a partirlo en dos. Gimió más fuerte cuando sintió todo su cuerpo temblando, algo raro le pasaba.

¡D-doma! - Senjuro sintió un cosquilleo en su pene y Doma sonrió cuando el pequeño se corrió, él también terminaría muy pronto con unas cuantas embestidas más.

Al llenar por dentro a Senjuro, Doma clavó con fuerza las uñas de sus dos manos en su cuerpo. Cuando terminó levantó con cuidado a Senjuro y vio cómo las gotas de sangre caían por toda su espalda y su pecho al ponerlo de pie, él casi no se aguantaba derecho así que lo cogió en brazos.

Ya puedes regenerarte - Senjuro se sintió muy aliviado cuando dijo eso, le dolía todo el cuerpo. Doma acarició sus mejillas sonrojadas sonriéndole - no te me mueras, nene.
Es que... - Senjuro cogió aire, casi no podía hablar - ha sido increíble.
Sí que lo ha sido - dijo pegándolo a su pecho.

Hacía décadas que no se lo pasaba tan bien con un adolescente, y menos con un demonio, todos los chicos que había convertido en demonio habían perdido su apariencia humana o habían crecido demasiado como para parecerle interesante, pero Senjuro era perfecto, era masoquista, pequeño, joven y guapo. Tenía todo lo que él deseaba.

Doma dejó en la cama a Senjuro y se tumbó a su lado acariciando su pecho, realmente le encantaba. Podría seguir destrozándolo toda la noche.

Honosho, ¿tú respiras? - dijo extrañado al sentir cómo el pecho del pequeño subía y bajaba intentando volver a tener la respiración normal.
Claro, si no no puedo usar ninguna Técnica. Akaza-sensei me dijo que no tenía por qué respirar, que es un acto reflejo de cuando era humano, pero si no lo hago siento mi cuerpo muy débil - Doma lo miró confundido y sonrió, había hablado con muchos demonios en todos sus años de vida pero el único que sabía que usaba la respiración era Kokushibo.
Qué interesante... - por muy poca que fuese la diferencia con otros demonios le fascinaba que Senjuro fuera distinto.

Senjuro se acostó en su pecho, estaba agotado, Akaza le había dicho que los demonios no necesitaban descansar, "una mierda para él" pensó, de verdad que no podía moverse nada. Doma acarició su pelo. No quería que nadie más lo tocase, sería suyo hasta que se cansará de él.

Senjuro se durmió abrazándolo y se hizo pequeño, Doma se asombró al verlo, ¿cómo hacía eso? se quedó mirando al techo, esa noche descansaría él también aunque no estuviese nada cansado. Al rato sintió una fuerte presencia entrar a la casa y se tuvo que aguantar la risa. No podía creerse lo que estaba a punto de pasar. Se hizo el dormido para darle más gracia a la situación.

Akaza no podía contener su ira, ¿qué coño hacía Doma acostado con Senjuro? iba a matarlo, iba a destrozarlo.

Doma - dijo cogiéndolo del cuello, ¿por qué carajos ese imbécil se hacía el dormido? - abre los ojos, pedazo de mierda.
Muy buenas noches, Akaza-dono - le dijo sonriendo.
Ni buenas noches ni hostias, aléjate ahora mismo de él o te juro que te voy a poner al sol a que cojas un poco de color, mamón - Akaza quería partirle la cabeza pero no iba a despertar a Senjuro, así que le soltó el cuello - ¿por qué no vienes al salón y hablamos un rato, "queridísimo amigo"?

Akaza salió de la habitación y cerró la puerta con fuerza, Doma empezó a reírse a carcajadas, no podría haber tenido una reacción más maravillosa, su afición favorita era joderlo. Se levantó y se vistió, estaba deseando hablar con Akaza pero antes se despediría de su pequeño demonio.

Me lo he pasado muy bien contigo, nene - dijo dándole un beso en la frente y acariciando sus labios - volveré a visitarte muy pronto.