CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18

Capítulo 69 - Orgulloso

Tengo que irme, Honosho. Nos volveremos a ver muy pronto - al momento se escuchó el biwa de Nakime y Muzan desapareció pero Senjuro seguía allí, estaba tramando algo.

Senjuro caminó por la Fortaleza Infinita durante un buen rato siguiendo un olor a sangre que le resultaba familiar, sabía que Muzan tramaba algo. Conforme aparecían más demonios el olor a sangre se intesificaba. Senjuro vio un rastro de sangre y lo siguió, hasta que se detuvo sin poder creer lo que sus ojos veían.

¡Kyojuro! - Senjuro se acercó a él y le removió para despertarlo, estaba inconsciente y me faltaba la mitad de una pierna. Se estaba desangrando.
Sen... juro - dijo mirándolo y acariciando su mejilla.
¿¡Qué te ha pasado, quién te ha hecho esto!? - Senjuro le sujetó la cabeza. Kyojuro tenía un gran arañazo en el ojo izquierdo y estaba lleno de sangre.
Senjuro, escúchame mientras aún pueda hablar, por favor - Senjuro le miró a los ojos aguantando las lágrimas - ¿dónde está Kamado?
Tanjiro está en coma pero está bien - le dijo soltando algunas lágrimas.
Menos mal - Kyojuro tosió sangre - Senjuro, tienes que prometerme que no usarás tu poder para hacer daño a gente inocente.
Sí, te lo prometo... Kyojuro, te convertiré en demonio, ahora puedo hacerlo. No voy a dejar que mueras - Senjuro rajó su muñeca para darle su sangre.
No quiero, Senjuro - Kyojuro le sonrió.
¿Qué? no, no digas eso. Vas a morir si no lo haces - Senjuro le miró confundido.
Lo sé, y no me arrepiento de ello. He cumplido con mi deber, Senjuro. Estoy muy orgullo de tener un hermano como tú - Kyojuro cerró los ojos, su cuerpo estaba al límite. Senjuro comenzó a llorar abrazándolo, quería convertirlo en demonio y que siguiese viviendo pero no quería contradecirle sin respetar su decisión, no sabía qué hacer.

Muzan miraba la escena asqueado, mucha palabrería e ideales absurdos para él. Se acercó a Senjuro y le habló replicándole.

¿De verdad vas a dejar que tu hermano muera ahora que puedes salvarlo? - Senjuro abrió los ojos sorprendido y lo miró.
Tú... tú has hecho esto... ¿por qué? te dije que le convencería - el labio de Senjuro temblaba, no podía creerse lo que le estaba pasando.
Porque os necesito a los dos ya, Honosho. Sois dos caras de una misma moneda - dijo acercándose más a ellos - ¿acaso no quieres vivir eternamente con tu hermano?

Senjuro miró a Kyojuro, quien todavía respiraba levemente. No era justo, nada de eso debía pasar así. Se supone que simplemente lo convencería y serían felices sin más. ¿Cómo había pasado esto?

Si no lo haces tú, lo haré yo, Honosho. Y créeme que no será agradable para él - le dijo amenazándolo. Kyojuro iba a morir en unos cuantos segundos más. Senjuro no sabía qué hacer, no tenía opción, sintió como su cuerpo temblaba ante la idea de convertir a Kyojuro en demonio, pero no podía hacer otra cosa.
Está bien - Senjuro puso su muñeca encima de Kyojuro derramando su sangre sobre su boca.

Poco a poco sus heridas empezaron a sanar muy lentamente, mucho más que cuando Senjuro se transformó. Senjuro no notó grandes cambios en él, ni siquiera le habían salido marcas o algún indicativo de que fuese un demonio. Simplemente parecía él sin más.

¿No despierta? - le dijo Muzan, quien estaba confundido por la extraña transformación de Kyojuro, que de transformación tenía más bien poco.

Senjuro puso su mano en el corazón de Kyojuro para asegurarse de que estaba vivo y así era, ¿por qué no despertaba?

Qué extraño... - dijo Muzan yendo a tocar su cara.
No le toques - le dijo Senjuro apartando su mano de un golpe - él no quería convertirse en esto...
Honosho, no seas insolente. Estáis vivos gracias a que decidí daros mi poder. Deberías ser más agradecido - Muzan le miró enfadado, ¿cómo se había atrevido a tocarlo?
Somos demonios por tu culpa, si no existieras habríamos vivido nuestra vida tranquilamente y Kyojuro no habría tenido que convertirse en Guardián para proteger a nadie - dijo mirándolo con los ojos llenos de ira.
Pronto verás las cosas de otra manera - el biwa sonó haciendo que Senjuro y Kyojuro aparecieran en su habitación.

Senjuro miró a Kyojuro y se sintió mal, su hermano no quería ser un demonio y ahora por su culpa había acabado siéndolo a la fuerza. Lo abrazó fuertemente, aún su cuerpo se estaba regenerando.

Lo siento... lo siento mucho, Kyojuro... todo esto es culpa mía - Senjuro se echó a llorar. Se sentía culpable por todo.