CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18

Capítulo 78 - Al menos pelearemos

Hakuji se sorprendió por sus palabras, ¿era un cobarde? sí, sí que lo era, pero tenía que mantener su posición, no le importaba lo que pasará, no se quedaría con él para ver cómo lo destrozaban.

Kyojuro y Senjuro se fueron a su casa, Hakuji decidió ir a ver qué le había sucedido a Doma, algo malo había pasado para que no sintiera su aura y eso podría afectar a Senjuro. Cuando llegó a su templo todo estaba en silencio, estaba cerrado. Buscó por dónde entrar y como no había nadie decidió romper una ventana.

¿Doma? - Hakuji empezó a caminar por los pasillos, ya ni recordaba cuál era su habitación. Cuando por fin lo encontró tirado en la cama boca abajo se acercó a él y lo movió - Doma.
¿Mmm? - le respondió sin moverse.
¿Qué ha pasado? - Doma se levantó y Hakuji se sorprendió al ver las marcas en sus ojos.
Muzan me quitó el rango, está buscando a los dos Rengoku, quizás Kokushibo esté al tanto. Está desesperado por encontrarlos - Doma se rió al ver la expresión de Hakuji por ver sus ojos así - no me mires con esa cara, ni que hubieses visto a un demonio.
¿Qué te dijo? - Doma se tumbó y miró hacia el techo.
Me ofreció volver a mi rango si le daba a los hermanos de las Llamas, pero le dije que no... no me importa lo que me haga, sinceramente. El rango me la suda, solo lo obtuve para joderte - le dijo sonriendo - me da igual morir, ir al infierno o al cielo, esas cosas no existen. Yo soy feliz simplemente con haber sentido mi frío corazón latir por alguien.
Hakuji lo miró apenado, hasta él había conseguido lo que quería en su vida - no deberías dejar que te matará sin hacer nada. Senjuro se pondría muy triste.
Lo sé, pero él merece algo mejor que un psicópata a su lado, ¿no crees? - Doma se incorporó - ¿qué pasó con las llamitas?
Hakuji suspiró - se fueron, le dije a Kyojuro que no sería capaz de protegerle. No quiero volver a ver cómo alguien importante para mí muere frente a mis ojos. Él puede ser inmortal, pero si Muzan se hace con su poder sería terrible, estaríamos acabados, y yo no quiero ver eso.
Mira que eres imbécil - dijo Doma enfadado - Kyojuro confiaba en ti, ¿por qué le has dicho eso?
Porque es la verdad, ya no soporto más esta presión. Solo quiero descansar - los ojos de Hakuji se llenaron de lágrimas.
Tú no eres como yo, Hakuji-dono. Yo he matado a mucha gente por diversión solo para nutrirme de ellos, pero tú en cambio has protegido a muchos estúpidos humanos, ¿no vas a proteger ahora a Kyojuro cuando él te necesita a su lado? - Doma se sentía realmente mal por él pero estaba feliz de poder sentir eso, era extraño.
Doma, no permitas que Muzan te mate. Vamos a hacernos más fuertes, al menos intentaremos enfrentarnos a él - le respondió Hakuji con decisión.
¿Cómo? tú mismo lo dijiste, Muzan te venció siendo un maestro de artes marciales. Es más poderoso que nosotros y por mucho - Doma no quería enfrentarse a él, le daba pereza perder el tiempo así.
Lo sé, pero podemos ayudar a los Guardianes a terminar con él. Si lo hacemos Kyojuro y Senjuro no acabarán en sus manos... nunca has hecho nada por mí, solo te pido ahora que no mueras. Vamos a hacernos más fuertes - le dijo firmemente.
Doma suspiró - ¿cuándo empezamos?
Mañana - Hakuji se levantó y se fue.

Hakuji tenía claro que no dejaría que Muzan se saliera con la suya sin pelear al menos, puede que no fuese tan fuerte como le gustaría, pero eso no importaba ya. Solo quería poner de su parte y terminar ya con Muzan, se lo debía por haberle convertido en demonio y haberle hecho olvidar a toda su familia.

Hakuji y Doma estuvieron entrenando por dos semanas intentando pulir al máximo sus habilidades, a veces iban a espiar a los Rengoku, quienes parecían felices sin ellos. Shinjuro disfrutaba de la compañía de sus hijos, aunque fuesen demonios solo quería estar con ellos. Todos los días les visitaba algún Pilar distinto, se veía que esa familia era muy querida por los Guardianes de la Noche incluso después de la transformación.

Doma siempre miraba a Senjuro sonriendo, le encantaba su presencia, sus ojos, todo de él le parecía pequeño e inocente. En cambio, Hakuji observaba a Kyojuro con tristeza, sentía un gran vacío en él.

Deberías hablarle - le dijo Doma.
No, es mejor así - Hakuji se levantó - me voy ya.
Yo me quedaré un rato más - Doma miró embobado a Senjuro en su habitación durante un tiempo. Se veía muy tierno. Observó cómo el padre de los Rengoku se iba con unos amigos. Quizás era su oportunidad para hablar con Senjuro, el pequeño estaría muy enfadado con él por no haberle ido a ver durante semanas. Se levantó para ir a saltar a su ventana.
Tú... - Doma no podía creerlo, había bajado la guardia, se giró y vio a Kyojuro, quien lo miraba lleno de ira - ¿qué coño haces aquí? - Kyojuro sacó su katana y se puso en posición de combate, él era mucho más fuerte ahora, no lo dejaría escapar esta vez.
No he venido a pelear, Kyojuro - Doma no quería que pasase eso.
Púdrete en el infierno - Kyojuro se lanzó a por él y Doma se defendió con escudos de hielo - Respiración de las Llamas. Tercera Forma: Universo ardiente.

Kyojuro logró cortar su brazo. Doma no sabía qué hacer. Intento regenerarse pero no pudo.

¿Qué? - dijo extrañado, eso no era normal. Muzan no le había quitado su poder, solo su rango.
¡Esta vez no escaparás! mi espada tiene veneno de glicinas, no podrás regenerarte tan fácilmente - Doma se echó atrás intentando esquivas sus ataques - Cuarta Forma: Cielo Ígneo Ascendente.

Kyojuro logró rajar desde el ojo izquierdo hasta el pecho a Doma haciendo que sangrase. Doma pensó en qué podría hacer, con la velocidad actual de Kyojuro si intentaba escapar lo cogería.

¡Basta, Kyojuro! ¡Técnica de Sangre Demoníaca. Manipulación de Hielo: Carámbanos Invernales! - Doma decidió defenderse, Kyojuro era un demonio así que no pasaba nada si le daba algunos golpes.

Rengoku esquivó todos sus carámbanos acercándose a él, clavó sus pies en el suelo y agarró con fuerza su katana.

Respiración de las Llamas. Undécima forma... - Doma se sorprendió al tenerlo delante y escuchar su técnica, tenía que protegerse, si no lo hacía le cortaría el cuello - ¡Incendio!

Doma sintió cómo su espada se clavaba en su cuello empujándolo contra la pared, pero no podía cortarlo, había conseguido congelarlo y eso le daría un poco más de resistencia.

¡Suéltame! - Doma comenzó a golpearlo con el único brazo que le quedaba pero Kyojuro ni se inmutó.
Vas a morir aquí, cabrón - Kyojuro siguió empujando la espada y fue cortando un poco más su cuello.
Doma pensó - ¿se acabó?... sí, se acabó, he perdido contra él, su técnica es magnífica, no podría haber hecho nada. Voy a morir - Doma dejó de golpearlo y sonrió, Kyojuro solo miraba su cuello esperando cortarlo al completo.
¡Para! - Kyojuro dejó de empujar cuando escuchó la voz de su hermano gritándole entre lágrimas.
¿Qué? - tenía que haberlo escuchado mal, era imposible que le hubiese dicho eso.
No lo mates... yo le quiero - las manos de Kyojuro empezaron a temblar al ver a Senjuro llorando, eso no podía estar pasando.
¡Por su culpa eres un demonio! ¿¡qué mierda estás diciendo!? - Doma miraba herido a Senjuro, él tampoco había esperado que esto pasase así.
Por favor, Kyojuro, no le hagas daño - Senjuro empezó a acercarse a ellos.
No te acerques, Senjuro. Voy a acabar con esto - Kyojuro cogió con fuerza su espada pero las manos le temblaban, no sabía si era capaz de hacerlo.
Kyojuro, por favor... no lo hagas - Kyojuro miró a Doma sonriéndole y pensó en Hakuji, un solo giro de los acontecimientos habría provocado que en su lugar estuviese otro Pilar y en el lugar de Doma estuviese Hakuji.
Hazlo, Kyojuro. No tengo miedo de morir. Tu técnica ha sido increíble, no tenía nada qué hacer. Si vas a matarme, hazlo de una vez - Doma miró a sus ojos sonriéndole.