Capítulo 6 - Aún estás a tiempo

7.5K 548 264
                                    

Rengoku miraba hacia abajo avergonzado, eso realmente estaba consumiéndolo, nunca había estado tan asustado de él mismo.

Date la vuelta - dijo Akaza besando su cuello.
¿Q-qué? - En ese momento cayó en lo que le esperaba, lo que le llevaba esperando desde que aceptó acostarse con aquel demonio, se sintió paralizado.
Vamos, no me hagas repetirtelo. - posó su mano en el rostro del Pilar - dijiste que ibas a obedecerme - dio dos pequeñas tortitas en él sin causarle dolor, solo quería humillarlo.

Rengoku se tumbó boca abajo soltando algunas lágrimas, se sentía totalmente violado y vulnerable.

Venga, no llores, si te está encantando - dijo masajeando el pene de Rengoku - no hace falta que tú lo digas, ya habla él por ti.

El Pilar apretó su cara contra la almohada, aún no podía creer todo lo que estaba haciendo.

Voy a hacer que sientas lo mejor, Kyojuro - dijo mientras chupaba su oreja llegando hasta su cuello y bajando poco a poco hasta su trasero, retirando la parte baja de su ropa.

Akaza pudo verlo totalmente desnudo y tumbado boca abajo, quería metérsela lo más profundo posible hasta que le suplicase que parará, hasta hacer que se desmayase de cansancio después de haberse corrido todas las veces que su cuerpo pudiese soportar, pero primero tenía que prepararlo para eso, tenía que hacerle ver que él mismo lo quería, así que se incorporó detrás de él presionando su pene contra su trasero.

¿Quieres parar, Kyojuro? - le preguntó sin que Rengoku pudiese mirarle a la cara, la cual demostraba lo depravado que estaba siendo con él - aún estás a tiempo, no creo que seas capaz de aguantar esto. Ya has hecho suficiente - hizo amago de levantarse.
No, espera - tragó saliva muy avergonzado. - Por favor, vamos a terminar.
Recuerda que esto lo has querido tú - dijo victorioso sonriendo.

Volvió a colocarse entre su trasero y lo masajeó, tenía buen culo, no se explicaba cómo podía haberlo mantenido tan oculto durante sus 20 años de vida. Si hubiese sabido de su existencia, lo habría destrozado mucho antes.

Bonito culo, por cierto - dijo Akaza provocando que Rengoku se sonrojará aún más de lo que ya estaba.
Por favor, cállate. - dijo Rengoku.

Akaza sonrió ante esa reacción, lo estaba manipulando como le daba la gana. Comenzó a pasar su lengua por los alrededores de la entrada de Kyojuro, dando grandes lametazos pasando por encima de esta mientras con sus manos apretaba el culo de su esclavo, porque es lo que era ahora mismo.

Dios, no aguanto más... A-akaza - empezó a sentir cómo su pene reaccionaba fuertemente a los estímulos del demonio.

Akaza tapó el agujero de su pene y miró a Kyojuro con superioridad. No lo dejaría cumplir su fantasía tan fácilmente.

P-por favor - Rengoku ya no aguantaba más.
Pídeme permiso, Kyojuro. No recuerdo haberte dado mi consentimiento para correrte en mi cama. - Rengoku gimió levemente ante esa frase, realmente era su sumiso.
Akaza, por... favor... - cerró los ojos mientras seguía derramando lágrimas.
Si tanto quieres... - Akaza no soltó su pene, sino que decidió meter dos de sus dedos en la lubricada entrada de Kyojuro, provocando que este sintiera espamos en las piernas.
No puedo más... Akaza... Por favor - Akaza lo miraba disfrutando, tenía a su enemigo más poderoso rogándole, no pensaba acabar pronto con él.
Shhh, calla - lo besó en el cuello - lo vas a disfrutar más así - hizo presión con sus dedos en la próstata provocando que gimiese.

Estuvo unos minutos más torturándolo, no podía parar, sabía que estaba haciéndolo sufrir y él era un sádico, amaba ver a sus hombres sufrir de ese modo, y más si era alguien tan "honorable" como Rengoku, sentía que solo él podía conocer su pequeño secreto, y eso le ponía.

Venga, te lo mereces - dejó libre el agujero por donde salía el semen - Buen chico - Rengoku gimió como una perra en celo mientras aún tenía los dedos de Akaza metidos en el ano moviéndose, sentía espasmos por todo su cuerpo, se sentía totalmente débil cuando por fin consiguió correrse por primera vez en su vida.

Akaza manchó su mano con el semen del rubio y no dejó de destrozarlo por dentro hasta que terminó de eyacular.

Mira cómo me has puesto - dijo enseñándole la mano a Rengoku - esto tienes que arreglarlo, gatita.

Akaza lo agarró por la coleta echando su cabeza hacia atrás y le puso los dedos llenos de semen en los labios obligándole a chuparlos.

¿Qué, Kyojuro? ¿Te gusta cómo sabe? - le preguntó sabiendo que no podía responder, solo escuchando un gemido de su parte - No derrames ni una gota - metió los dedos dentro de su boca.

Le obligó a chuparlos hasta que quedaron limpios, no podía disfrutar más de esa imagen tan sumisa de él.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Where stories live. Discover now