Capítulo 55 - ¿Cómo es Doma?

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Eres un mocoso muy atrevido, Honosho. Me gustas... - dijo acercándose a él y pasando su mano por sus labios - me gusta tu pequeño cuerpo, eres tan apetecible... creo que yo también te amo - dijo encorvándose para rozar la nariz de Senjuro con la suya.

Senjuro se sonrojó y lo besó, sintió cómo si su cuerpo se llenase de calor al hacerlo y Doma lo cargó en sus brazos respondiéndole al beso. No podía creer que ese niño tan obstinado estaba tan salido después de convertirse en demonio, con toda la guerra que le había dado cuando lo vio por primera vez, llegando incluso a tener que arrancarle la mano para poder inmovilizarlo.

¿Sabes? fui yo quien te ayudó a convertirte en demonio. ¿No me recuerdas? - le dijo agarrando con fuerza su trasero.
Sí, y por eso te quiero... - Doma se sorprendió al escuchar sus palabras - quiero volver a sentir cómo rompes mi cuerpo.
Haré lo que tú me pidas, pequeño - le dijo pasando su lengua por sus labios - pero no hoy - Doma lo bajo de sus brazos.
Senjuro lo miró enfadado - ¿por qué?
Porque quiero ver cuánto puedes desearme, Honosho - le dijo acariciando su mejilla - volveré mañana, hermosura.
¿Adónde irás? - le dijo cogiendo con sus manos la suya, que era mucho más grande.
A mi culto, querido. Yo soy un Dios para los estúpidos humanos, y esperan mi regreso para contarme sus problemas y sus tonterías, y darme gracias por supuestamente solucionarlas - Doma cogió una de las manitas de Senjuro y la besó, clavándole con delicadeza sus colmillos después.
Quiero ir contigo - le dijo insistiéndole.

Doma le sonrió, podía ser realmente divertido cuando Akaza se diese cuenta de que no estaba. Realmente le hacía ilusión la idea de pensar en su cara tan enfadado. Pero tenía que contenerse, muchas cosas le había hecho a Akaza en un corto periodo de tiempo y si seguía así se enfadaría demasiado con él.

Mañana nos veremos, cariño, mañana - dijo dándole un pequeño piquito para alejarse de él entre los árboles.

Senjuro le miraba atentamente sin replicarle, ¿eso era amar a alguien? realmente quería ir con él y se sintió vacío cuando se fue. Tocó sus labios que aún tenían su saliva.

Oye, ¿qué haces aquí? - Akaza lo distrajo preguntándole extrañado - va a amanecer dentro de poco, entra.
Akaza-sensei, tengo que preguntarte algo - le dijo acercándose para entrar.
Dime - le dijo cerrando la puerta que daba al jardín para dejar la casa a oscuras solo con una luz artificial.
¿Cómo es Doma? - Akaza se extrañó por su pregunta.
¿Por qué lo preguntas? - no tenía muchas ganas de hablar de ese estúpido.
Solo háblame de él - le dijo insistentemente Senjuro.
Pues, a ver... no sé, es bastante estúpido, siempre está riéndose y es despreocupado, no se concentra nunca en las misiones que nos mandan y hace lo que le da la gana. Además es asqueroso, disfruta mucho de comer mujeres y niños y le encanta jugar con los Guardianes que se encuentra. Lo único bueno que tiene es que escucha a los demás cuando le hablan, pero ya está, por lo demás es imbécil, no sé cómo no le han cortado la cabeza ya - Akaza cerró con fuerza los puños, en realidad sí lo sabía, todo por sus maravillosas Técnicas de hielo a distancia que lo habían derrotado quitándole su rango como Segunda Luna Superior.
Ya veo... - Senjuro vio a Kyojuro dormido en el sofá y frunció el ceño celoso otra vez, pero tenía que controlarse - ¿hoy entrenaremos?
Cuando tu hermano despierte, mientras puedes ir al cuarto a leer y esas cosas que te gustan - Akaza se tumbó en el sofá del lado contrario de Kyojuro para descansar.

Senjuro entró al cuarto y cerró la puerta, miró sus cosas y entre ellas había bastantes libros, algunos sobre esgrima, otros de ciencia y otros de historia. Cogió uno de ciencia y lo abrió por la parte donde había información sobre animales.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora