CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18

Capítulo 95 - No te soltaré

Buena técnica... así que usuario de la Niebla, nada mal - dijo sonriéndose, Hakuji lo miraba enfadado pero sabía que no podía meterse con Tokito en medio, estaba siendo un verdadero problema - tienes 14 años y eres tan buen espadachín. No esperaba menos de ti.
Tokito hizo aparecer sus marcas en la cara y lo miró enfadado - ¿te estás burlando de mí?
Kokushibo sonrió - para nada.

Tokito intentó atacarlo pero Kokushibo lo agarró, cortándole la muñeca de su brazo izquierdo. Le quitó la katana y con ella lo colgó de la pared atravesando su pecho.

¡Tokito! - gritó Hakuji. Kokushibo era demasiado hasta para alguien tan talentoso, tenía que hacer algo ya.
Permíteme convertirte en demonio, mi descendiente... Muichiro - dijo mirando el brazo que había herido y apretando sus prendas para detener la hemorragia - volverá a salir cuando te conviertas en demonio. Eres mi descendiente, nunca creí poder conocer a uno... realmente me conmueves. Si no te conviertes en demonio significará que entonces tu destino era morir aquí...

A pesar de estar siendo apuntado con un arma, Kokushibo ni se inmutó. Moviéndose rápidamente para quedar detrás de aquel cazador. Cuando Hakuji lo vio abrió los ojos sorprendido, no podía creer que él también fuese a caer ahora.

¿Tú no piensas igual? - Genya se giró asustado al verlo, ni lo había visto moverse. Su brazo cayó siendo cortado en un segundo por él.
¡Genya! - gritaron Hakuji y Tokito, quien intentó tirar de su katana para descolgarse.

Genya sacó su espada y ese brazo también fue cortado, quedando totalmente indefenso ante aquella Luna Superior. Antes de caer al suelo por el dolor Kokushibo lo remató partiéndolo en dos. Genya intentaba arrastrarse como podía. Hakuji miraba la escena horrorizado, pero si se acercaba sabía que Kokushibo mataría a los dos cazadores en un segundo, no podía hacer nada.

¿Aún te mueves incluso aunque te partí en dos? - Kokushibo sacó su espada rota - tendré que cortarte el cuello, un demonio falso como tú no debería tener derecho a vivir - Kokushibo dirigió su espada hacia su cuello, que fue bloqueada por la Respiración del Viento. Kokushibo retrocedió, ni lo había visto venir.
El Pilar del Viento... - dijo mirándolo de arriba a abajo.
Soy el viento que arrancará tu cabeza - expresó Sanemi con asco.
Hermano... - Genya lo miró sorprendido.
En serio, eres patético, hermanito... ¡toda mi vida he tratado de protegerte! ¡incluso maté a nuestra madre! - Sanemi lo miró enfadado - ¡maldito, deberías haberte casado, tenido hijos y morir de viejo, joder! ¡deberías haber sido feliz, todo lo feliz que yo no pude ser!
Lo siento... lo siento mucho - dijo Genya entristecido.
Dos hermanos guardianes... qué nostálgico - dijo Kokushibo sin expresión ninguna.
¡Cállate! ¡estás muerto, nadie le hace eso a mi hermano, cabrón! - Sanemi se lanzó a él usando su Primera forma. Kokushibo se cubrió con su espada rota - ¡qué espada más asquerosa!

Los dos comenzaron a pelear entre ellos, en ese momento Hakuji por fin pudo unirse al combate de nuevo. Se lanzó hacia ellos y entonces Kokushibo reaccionó atacándolos.

Respiración de la Luna. Sexta forma: Noche eterna - Hakuji y Sanemi intentaron esquivarlo inútilmente, siendo heridos. El Pilar del Viento recibió varios cortes en el torso que lo llenaron de sangre. Hakuji sintió cómo su brazo se partía en varios trozos, regenerándolo al momento.

Si te mueves ahora morirás por la hemorragia, chico - dijo Kokushibo mirando las heridas de Sanemi. De pronto se sintió extraño, algo iba mal. Sanemi empezó a reír y lo miró sonriendo.
La sangre especial para los demonios... ¡es tan tentadora como un anzuelo para los peces! - Sanemi se lanzó hacia él haciendo que se tambalease - ¿¡qué pasa, amigo!? ¡parece que mi mierda de sangre funciona hasta en las Lunas Superiores!
Nunca me había pasado esto. Qué divertido... - Kokushibo pateó su espada enterrándola en el suelo haciendo que Sanemi se arodillase. Este levantó su mano con el arma de su hermano y la disparó en la cara del demonio, quien se cubrió con la espada. Kokushibo se dispuso a matarlo pero Gyomei lo evitó, desestabilizándolo de un golpe.
¡Los Guardianes de la Noche no se detendrán hasta aniquilar al último de los demonios de Muzan! - dijo Gyomei enfadado - Shinazugawa, cura tus heridas mientras yo lo distraigo.

Gyomei hizo girar su arma agitando el aire provocando una nube de polvo. Kokushibo lo miraba atentamente.

Hakuji lo pateó desde atrás haciendo que se tambalease y perdiera uno de sus brazos, no había notado su presencia - ¡ahora, Himejima! - gritó.

Gyomei lanzó su bola con pinchos hacia él, al esquivarlo con torpeza cayó al suelo y cuando intentó levantarse recibió un ataque desde el otro extremo de su arma, que era un hacha pesada. Kokushibo se levantó retrocediendo y Hakuji lo agarró del cuello y de la muñeca con la que sujetaba su espada.

¿¡Qué haces!? - expresó Kokushibo removiéndose para intentar librarse de él.
¡No te soltaré! ¡no hasta que te haya cortado la cabeza! - dijo agarrándolo con todas sus fuerzas. Gyomei lanzó sus cadenas rodeando su cuello para tirar de él. Kokushibo observó cómo aparecían las marcas de los cazadores en los brazos del Pilar de la Roca.
¡Suéltame! - gritó Kokushibo desesperado, sentía cómo su cuello era oprimido por la fuerza de aquel Pilar. En muchos años era la primera vez que tenía la sensación de que podía perder.