Capítulo 91 - Mi nombre es Hakuji

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Oye - Senjuro se distrajo al escuchar que le llamaba - tengo que pedirte algo.
¿El qué? - Senjuro se incorporó para mirarlo.
Cuando nos enfrentemos a Muzan quiero que no participes si no es imprescindible - dijo viéndolo seriamente.
¿Por qué? si no luchamos con todas nuestras fuerzas podríamos perder y... - Doma lo interrumpió dándole un pequeño beso.
Me da igual perder contra él, no me importa morir o que otros lo hagan... pero no quiero que a ti te pase nada. Me romperías el corazón - Senjuro no sabía qué decirle, era demasiado para él - te protegeré incluso si tengo que morir, no me importa nada más.

Senjuro le miró con los ojos muy abiertos, por un lado quería hacerle caso a Doma para no herirlo pero por el otro sabía que tenía que luchar, él también formaba parte de eso, Hakuji y Kyojuro le habían entrenado y no podía ser en vano, además él también tenía una deuda con Muzan por obligarle a transformar a Kyojuro. Apretó las sábanas con fuerza y decididamente le dio una respuesta a Doma.

Doma, te amo, pero lucharé con todas mis fuerzas. Muzan me las tiene que pagar por todo lo que ha hecho, he entrenado mucho para que pueda llegar el día en el que tenga su merecido - dijo levantando el puño cerrado con fuerza. Doma suspiró sabiendo que no podría convencerlo.
Al menos prométeme que no te pasará nada - Doma puso su mano sobre su mejilla acariciándolo.
Sí, lo juro. Pero prométemelo tú a mí también - le respondió agarrando su mano.
Te lo prometo - dijo sonriéndole.

Senjuro se acostó sobre su pecho y sin hacer ningún ruido comenzó a soltar algunas lágrimas sobre él, no quería perderlo, no importaba si había sido un psicópata o un asesino, era suyo y la idea de separarse de él le provocaba dolor en todo el cuerpo. Doma sabía que estaba llorando y simplemente se quedó pensativo hasta que Senjuro se durmió, apartándolo de encima con cuidado para volver al escondite con Hakuji, no sin antes besarle en la frente despidiéndose. Se acercaba el gran final y para Doma era aterrador pensar que tendría que estar allí junto a Senjuro, su demonio, un pequeño adolescente al que hirió hasta la muerte que ahora no podía sacar de su cabeza porque era el único que hacía latir su corazón, no quería que llegase el momento de luchar, necesitaba sentir paz un poco más, pero era imposible, el destino ya estaba decidido.

Doma estuvo horas simplemente paseando, pensando con asco en todo lo que había hecho en su larga vida, en todos los sitios a los que le hubiese gustado llevar a Senjuro para verlo sonreír una y otra vez. Hakuji se encontraba en su escondite también pensativo, se había despedido de Kyojuro sabiendo que ya no podrían hacerlo más, que solo se volverían a ver para estar cara a cara luchando contra la muerte, sentía su corazón destrozado, la vida era una mierda muy injusta. Miró hacia la luna deseando que esta se fuera y no volviese a salir para no tener que enfrentarse a Muzan, ni siquiera sabía cómo peleaba. Todo estaba en un profundo silencio.

Entonces sonó una fuerte explosión en la base, Hakuji y Doma sintieron el cambio de aura repentino de varias personas, sin duda había empezado. Corrieron hacia allí esperando encontrar la escena que les daría ventaja. Los Pilares fueron advertidos por los cuervos y también se movilizaron, era ahora o nunca. El primero en llegar fue Hakuji, disfrutando del momento.

¡Akazaaaaa! - gritó Muzan, quien estaba apresado por el arte demoníaca de Tamayo mientras ella le inyectaba los medicamentos que habían desarrollado para debilitarlo. Kagaya se había inmolado provocando una gran explosión que llevaba veneno de glicinas.
¡Mi nombre es Hakuji, cabrón! - dijo saltando con el puño preparado para aterrizar sobre él haciendo que su cuerpo entero marcase sus venas - ¡Técnica de Sangre Demoníaca. Masacre Destructora: Aniquilación!

Hakuji abrió su cabeza en dos de un fuerte puñetazo. Pero su puño quedó apresado en su cuello cuando Muzan se regeneró en microsegundos.

¿De verdad creías que ibas a hacerme daño con algo tan débil? - Muzan sacó las raíces de su espalda dispuesto a atravesar a Hakuji, quien tiraba de su brazo intentando sacarlo sin éxito - vas a morir, Akaza.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Where stories live. Discover now