Capítulo 3 - ¿Yo soy así?

8.1K 679 380
                                    

Rengoku abrió los ojos como platos, ¿qué quería decir con eso? La frase era obvia pero no tenía sentido, hace tan solo unas horas casi se matan.

¡E-espera! Yo no soy así. - dijo él asustado.
¿Así cómo? - Akaza le miró a los ojos, le encantó ver el terror en ellos, seguramente Rengoku era virgen, alguien tan centrado en ayudar a los demás ni habría tenido tiempo de tener una relación, Akaza lo quería todo de él, ese humano realmente le cautivaba.
Pues- - Rengoku fue silenciado cuando Akaza metió un dedo en su boca, sintió asco por ello, quería arrancarlo de un mordisco, pero su cuerpo no reaccionaba, sentía verdadero horror pero a la vez por alguna razón sintió algo nuevo. ¿Estaba disfrutándolo? Eso no podía ser, un demonio acababa de insinuársele y lo estaba disfrutando, realmente le aterraba.

Akaza comenzó a mover su dedo pasándolo por los dientes perfectos de Rengoku, realmente tenía un cuerpo muy bien hecho. Sacó el dedo de su boca y lo chupó con lujuría mirándolo seriamente. Rengoku aún no podía procesarlo.

Vamos, lo estás deseando - dijo cuando se pegó al cuerpo del humano sin que este opusiera resistencia. - Has pasado toda tu vida dedicándote a los demás, ¿me equivoco? Nunca has tenido tiempo para ti... Ni siquiera para saciar tu deseo sexual.
P-para, por favor - Rengoku estaba confuso, realmente no sabía qué sentía, no estaba siendo él mismo. - Yo no soy así.
Sí, ya lo veo - dijo Akaza con sarcasmo.

Akaza colocó una mano en el pecho del contrario y comenzó a bajarla, le encantaba ese momento, Rengoku estaba tan confuso que solo podía mirarlo fijamente a los ojos, no hacía ningún movimiento. Ya era suyo, había conseguido confundirlo, y haría lo que fuese por convencerlo de ser demonio, incluso si tenía que jugar con sus sentimientos.

Su mano alcanzó su pene. Rengoku se sobresaltó de sorpresa, estaba tan concentrado en negarse a sí mismo lo que estaba pasando que ni siquiera se había dado cuenta de las intenciones del otro.

Mira cómo te has puesto, y ni siquiera te he hecho nada aún - proclamó Akaza orgulloso, solo rozando esa parte de su cuerpo, no había aún empezado a hacerle nada y ya podía afirmar con seguridad que tenía delante a alguien muy masoquista, que llevaba mucho tiempo ocultándolo. - Vamos, disfruta del momento, ni que te fuese a comer - soltó una carcajada para besar los labios del contrario pasando su lengua por estos.
Rengoku pensó - No, no. Esto está mal. Es asqueroso. Tienes que hacer algo, ¿por qué no puedo reaccionar? Hace un momento quería matarlo. - Una parte de él no podía dejar de sentirse mal y culpable, pero la otra le pedía a gritos que se olvidase de todo y se liberase, que disfrutase del peligro del momento.

Al final no aguantó más, cedió ante ese demonio. Relajó su cuerpo y su boca dejando que este la conquistará. Se estaba sintiendo asqueroso y eso le ponía, no conocía esa parte de él y realmente le estaba gustando.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang