Capítulo 22 - Los demonios sois vosotros

3.3K 316 18
                                    

Vuelve rápido a tu casa, no volverán a asaltarte - dijo Akaza seriamente saltando de nuevo al tejado, sin cruzar su mirada con Rengoku.
Akaza, yo... - fue interrumpido.
No digas nada, no me importa tu opinión. Me hice demonio para ser más fuerte, para proteger a esta gente de su misma maldita especie, pero para vosotros, los humanos, todos somos iguales... - dijo apretando el puño enfadado - esta chica me ha dado las gracias pero hay otras que lanzaron piedras por miedo. Sois patéticos, cualquier cosa que sea más fuerte que vosotros o que sea diferente os asusta. Dais asco. Los demonios de verdad sois vosotros.

Rengoku no podía evitar sentirse culpable, él también lo había juzgado sin saber realmente nada. Se sentía una mierda en ese momento.

¿Qué quieres hacer, Kyojuro? - Akaza lo miró seriamente - ¿seguirás siendo humano, defendiendo a cualquier escoria que se cruce en tu camino, condenado a morir después de todo; o serás un demonio fuerte que pueda cumplir con su deber por toda la eternidad? - dijo poniendo sus dedos en la barbilla del Pilar haciendo que este levantase la mirada para verlo.
Rengoku sentía que le iba a explotar la cabeza, no sabía qué responder - deja que me lo piense, por favor - finalmente por su cabeza pasó la posibilidad de convertirse en demonio, pero tenía que pensarlo muy detenidamente.
Como quieras - dijo Akaza cargándolo en brazos - te dejaré en tu casa y me iré.

Al rato habían llegado a casa del Pilar, Akaza lo soltó en su habitación y se apoyó en la ventana para saltar e irse.

¡No te vayas! - dijo Rengoku interrumpiéndolo cuando iba a saltar - Por favor, no te vayas. Quédate un rato más.
Kyojuro, te he dicho ya que necesito comer, si no lo hago podría tener serios problemas - dijo mirando hacia la ventana para irse.
Rengoku lo agarró por el brazo - pero yo... yo quiero decirte algo - el Pilar se veía nervioso, Akaza decidió que se quedaría para escucharlo y luego se iría.
Habla - dijo Akaza sentándose sobre el borde de la ventana, mirándolo fijamente.
Yo... - no pudo casi empezar la frase cuando un gritó lo interrumpió.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Where stories live. Discover now