458. Para la Capital (2)

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Al principio solo planeaba llevar a Ling Yun con él, después de todo Shuiling y Lady Zhang no eran tan pensativos como ella. Pero más tarde, cambió de opinión. Lady Zhang tuvo que quedarse con su hijo Long Dashan. Song Shuiling también era un buen niño. De todos modos, ella debería ser mucho más hábil que un extraño. No digas que es demasiado sospechoso. Realmente no se atreve a usar a nadie de la mansión de Shengrui.

"Bueno, si no les importa, puedes tomarlos y puedes cuidar al otro dolor".

Tan pronto como la voz de Lady Wang cayó, Ling Yun, Lady Zhang y Song Shuiling, que habían estado esperando a un lado, se arrodillaron frente a ellos uno tras otro, "Estamos dispuestos a ir a la capital con el maestro".

"Levántate. Old Song, Sister-in-law Song, Old Zhou, Huzi y Changsheng, también planeo llevarlos conmigo. Has estado aquí durante casi un año. Te lo dije. Si te desempeñas lo suficientemente bien, te dejaré obtener lo que mereces. Después de que sus hijos alcancen los dieciséis años, eliminaré su registro de esclavos y les daré libertad. Entonces sería fácil para ellos encontrar a su propia esposa".

Nunca les había dicho esto antes, y decirlo ahora significaba que realmente confiaba en ellos ahora.

"¡Gracias, Maestro Xuan, gracias, Maestro Xuan!"

Al escuchar eso, todos se inclinaron ante él. Una vez que uno obtenía su registro de esclavo, uno sería un esclavo para siempre, incluso incluyendo a su descendencia. Entonces, el movimiento de Ling Jingxuan sin duda tocó sus corazones. ¿De qué había que preocuparse entonces? Con sus hijos quedándose con él, ¡tal vez sus hijos obtendrían un título en el futuro!

"Levántense, todos ustedes, y vayan a empacar sus cosas. Saldremos temprano en la mañana mañana".

Después de enviarlos lejos, Ling Jingxuan se volvió para mirar a sus padres, con el sentimiento desnudo en sus ojos. Yan Shengrui lo agarró en silencio de la mano y le dio consuelo silencioso, y también juró en el corazón que los llevaría de regreso cuando terminaran los asuntos en la capital y nunca lo dejaría ponerse tan triste como ahora.


"Mi princesa heredera, tengo algo que decir".

Justo cuando pensaban que todas las cosas estaban resueltas, la niñera que sostenía al niño de repente se arrodilló frente a ellos. Ling Jingxuan frunció el ceño ligeramente, extendió la mano y sostuvo a su hijo, "Dilo".

La pequeña Albóndiga todavía estaba profundamente dormida. Ling Jingxuan asomó su carita, y la pequeña cosa giró la cabeza impacientemente hacia los lados y se durmió nuevamente. Cuando Ling Jingxuan trató de empujarlo de nuevo, con una cara oscura, los dos bollos lo agarraron de su papá y no le permitieron seguir molestando a su lindo hermano pequeño.

"Mi princesa heredera, me temo que no puedo ir contigo. Todavía tengo a mi esposo y a mi hijo aquí".

El comerciante Zhang contrató a esta niñera en la ciudad, no a una criada que compraron. Al escuchar eso, tanto Yan Shengrui como Ling Jingxuan fruncieron el ceño. Pero al segundo siguiente, la niñera levantó la cabeza y dijo con cautela: "Pero si pudiéramos ir juntos, tal vez ..."

No terminó sus palabras, pero su implicación era demasiado obvia. Aunque había ocultado su deseo bastante bien, todavía no podía alejarse de los ojos de Ling Jingxuan. Entonces, ¿los estaba amenazando usando su identidad como niñera de su bebé?

"En ese caso, no vayas, Jingpeng, despídela de inmediato. A ella y a su familia nunca se les permite trabajar en ninguna de nuestras industrias".

Ling Jingxuan oscureció los ojos y dijo con indiferencia. Incluso tenía las pelotas para amenazarlo ahora. Si ella criara a su hijo hasta que creciera, ¿no pasaría por encima de su cabeza usando al niño como una amenaza? Durante mucho tiempo había escuchado que en la antigüedad, la mayoría de las niñeras eran malas, y conoció a una.

T B (III)Where stories live. Discover now