Capítulo 4

8.3K 533 20
                                    

MIRTA DAVIS

—Mirta Davis—, llamó alguien detrás de mí.

<< ¿Por qué mierda debía de pasarme esto justo a mí?>>

—Puedo explicarlo—, expresé, aunque no había necesidad de explicar lo que era evidente.

Me puse en pies sin darme vuelta, no quería ver la cara de la persona que estaba detrás, pero debía hacerlo, tenía que dar la cara, así que me giré para recibir mi reprimenda. 

Me quedé estática al ver la sonrisa dibujada en aquel rostro, mi alma volvió al cuerpo en ese instante acompañado de furia.

Caminé a él.

—¿¡Qué diablos pasa contigo!?, ¡casi me matas de un infarto! —, le reproché a Zack quien comenzaba a carcajearse.

—¿¡Por qué cambiaste la voz!?—, inquirí nerviosa.
—Solo quería asustarte—, explicó entre risas.
—¿Asustarme? ¿Es en serio? Casi me hago en los pantalones—, solté, —¿Qué haces aquí? —
—Saliste de la cafetería de forma sospechosa, no soy Azumi, ni mucho menos Alina, a mí no me engañas hermosa, sé que tramabas algo, entonces te seguí, así como tu seguiste a quien creo que es tu profesor—, explicó.

Zack me miraba de una forma que ya conocía.

—Si vas a decir algo, solo dilo y deja de mirarme así—, espeté con mala cara.
—De acuerdo. Mirta, eres una decepción nena—, soltó él de improvisto.
—¿Cómo? —, dije.
—Te vas de vandalismo sin ni siquiera invitarme —, comentó, mostrándose tontamente ofendido.
—Solo trato de hacer un poco de justicia, Alina y Azumi no lo entenderían—, indiqué.
—Ya chica super poderosa, eres una vergüenza para los rebeldes sin causa. ¿En serio pensabas ponchar una llanta con un pasador? —, me preguntó.
—No tenía nada más—, me defendí, ahora que lo pensaba si era un poco estúpido.
—Mirta, si vas a hacer algo bueno, hazlo bien, pero si vas a hacer algo malo, hazlo bien también—, alardeó Zack—Deja que un profesional en el arte del gamberrismo te muestre cómo se hace—, expresó abriendo su mochila para sacar una navaja.

—¿Me vas a ayudar? —, inquirí sin creerlo.
—Obvio, es mi deber ayudar una damisela en apuros, además, nadie se mete con mis chicas—, sostuvo sereno.

Sonreí.

—Apártate, novata—, pidió esbozando una pequeña sonrisa de lado.

Me eche a un lado viendo a Zack clavar la navaja en la llanta dos veces.

—¡Listo! —, comentó.

Moví mi cabeza negando, —Son las cuatro llantas—, declaré, no me conformaba con una.

—¿Qué?, ¿Acaso te has vuelto loca? Es un Audi—, chilló.
—Lo sé, pero una llanta no compensa doscientas cincuentas páginas y tres humillaciones, así que lo haces tu o lo hago yo; tú lo dijiste, si vamos a hacer algo malo, pues hagámoslo bien—, sostuve utilizando sus propias palabras, extendiendo mi mano a él para que me dé su navaja.

—Que rápido aprenden los novatos—, gruñó dirigiéndose a la otra llanta.

Pegué mis labios al vidrio del parabrisas delantero del Audi. —Lo siento bebé—, le susurré al auto sin evitar sonreír satisfecha mientras Zack se encargaba de todo.

 

POV MAXIMILIANO O'CONNOR WALTON

Volví al parqueo luego de que el rector de la universidad marcara a mi móvil solicitándome pasar por su oficina, aun me faltaba firmar algunos documentos de ingreso a la universidad.

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now