Capítulo 18

7.7K 466 1
                                    

MIRTA DAVIS

—No va a funcionar—, espeté tirándome al césped en el patio del campus.

—¿Qué no funcionará? —, preguntó Alina bajando el libro que tenía en la mano.

—Maximiliano, el tablero, ese hombre es todo menos seducible—, solté sintiéndome frustrada.

—Creo que tu misma te subestimas Mirta, ¿Quieres hacer que O’Connor te pida disculpas?, has que se enamore, sedúcelo hasta tenerlo en tus manos y luego pon tu pie sobre él; deja de desafiarlo con palabras y empieza hacerlo con hechos. Los vi en el club, ese hombre te desea, aunque te trate como a una mierda—, aseguró Azumi.

—Me ha pedido que me aleje—, sostuve.

—¿Y piensas hacerlo? — inquirió Azu, —te recuerdo que tienes un compromiso con el tablero—

—No lo he olvidado, pero Maximiliano no es Travis, ni tampoco es Edge, ni mucho menos Anthony Thurman—, comenté.

—Quizás no sea como nuestros candidatos anteriores, pero tiene algo en común con ellos y es que es hombre—indicó Azumi.

—Necesito llamar su atención, debo terminar con este juego que empieza a cansarme—, recriminé.

—Nena, esto apenas comienza—, anunció Azu.

—Azumi, si lo que Mirta quiere es hacer que Maximiliano la noté podemos ayudarle con ello—, habló Alina serena.

—Artículo tres, sección uno de nuestro acuerdo, la jugadora no recibe ayuda de nadie—, citó textualmente la asiática, la jugadora firma un acuerdo al ser elegida para lanzar el dardo, son una serie de normas imparciales a cumplir, todas para lograr un resultado totalmente limpio, como por ejemplo, no drogar al seducido para llevártelo a la cama, no embriagar al seducido ni nada que conlleve a una relación sexual sin estar ambos conscientes, no poner en riesgo la integridad del seducido, y bla, bla, bla.

—En ese caso, ¿por qué no haces lo mismo que hiciste en el club? —, propuso Alina.

—¿Bailar con Zack y Azumi? —, indagué sin entender.

—Sí, pero esta vez no con ellos, sino más bien con otro, quizás así logres llamar su atención—, sugirió Ali.

—O quizás logres enfurecerlo más, es Maximiliano O’Connor, con él nunca se sabe, en ambos casos tendrás toda su atención—, dijo sarcástica Azumi.

Suspiré recostando mi cabeza sobre las piernas de Alina.

Cerré mis ojos un momento, me sentía confundida ¿Por qué demonios Maximiliano querría tenerme lejos? ¿Por qué yo debía de complacerlo? ¿Por qué tendría que considerar sus palabras cuando él nunca ha considerado las mías? ¿Por qué continúo pensando en él aun cuando me ha llamado insuficiente para estar con él? ¿Por qué siento que me ve como si fuera una oveja que camina hacia el matadero? ¿Quién es Maximiliano O’Connor y por qué empiezo a sentirme tan atraída hacia él? Aun cuando todo apunta a que lo único que tendré de él son solo sus besos. 

¿Qué quiso decir cuando dijo que sus pasatiempos eran diferentes a los míos? Dice que me desea y me manda al infierno al mismo tiempo.

Abrí uno de mis ojos cuando una sombra me bloqueaba el sol.

—Alina, puedo hablar contigo un segundo—, pidió Flynn parado en frente de nosotras.

—¿Yo? —, inquirió ella.

Él asintió, levanté mi cabeza de las piernas de Alina. Ella se puso en pie caminando detrás de él. Me moví al lado de Azumi mirando a la misma dirección.

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now