Capítulo 51

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POV MIRTA DAVIS

Terminé de desayunar en silencio, Max se mantenía con sus codos sobre la mesa y sus manos unidas, mirándome.

—¿Terminaste? —, preguntó separando sus manos.

Moví el plato sobre la mesa alejándolo de mí, sabía que llevaba media hora esperando a que terminara de desayunar para iniciar con su conversatorio, comí lo más lento posible solo para darle larga a la que se venía.

—¿Es necesario hacer esto? —, pregunté.
—¿Tu qué crees? —
—Max, ya todo pasó y para mí no tiene importancia seguir dándole vueltas al mismo asunto—, dije sincera.
—Quiero saber que sucedió—
—No lo tengo claro—, espeté.
—¿No lo tienes claro o no quieres recordarlo? —
—Lo he intentado, ¡pero es difícil armar el rompecabezas cuando hay tantas piezas! —, aseveré poniéndome en pie.
—¿A dónde fuiste esa noche? —preguntó.

Recogí los platos de la mesa yéndome a la cocina.

—Mirta—, emitió Max caminando detrás de mí.

—¡Señorita! —, vociferó la cocinera a verme entrar a la cocina con los platos en las manos.
—Salga—, le ordenó Max a la señora.

La cocinera salió disparada de la cocina tomando por el brazo a el ama de llave que venía ingresando, llevándosela con ella.

—¿Qué pasó esa noche? —, volvió a preguntar.
—¡No lo sé! —, expresé soltando los platos dentro del fregadero.
—¿No lo sabes? —
—No—, confirmé.
—Mientes—
—No lo hago—, gruñí.
—¿Por qué mientes? Tú no eres de las que mienten—
—No comprendo porque todos parecen estar obsesionado con lo mismo, ya te dije que a mí no me interesa hablar sobre el tema—, aseguré.
—Si no me lo cuentas buscaré la forma de saberlo—
—¡Max, ya basta! —, vociferé molesta.
—No hasta que me digas lo que recuerdas—

Bajé mi cabeza, su insistencia empezaba a molestarme.

—No he hablado esto con nadie y si lo hago contigo espero que lo valores, porque ni siquiera con mi padre lo he hablado Max, es algo que solo guardo para mí, no lo he compartido con nadie —, expuse.
—Será nuestro secreto, Mirta, no tienes de qué preocuparte, pero necesito entenderte; si no puedo esposarte a mi cama, ni vendarte los ojos, merezco saber el motivo por el cual voy a dejar de hacer algo que yo disfruto solo por no hacerte daño, no soy de los que se sacrifican por otros, esta demás decírtelo y si lo haré por ti, entonces trata de confiar en mí y contarme esa parte de ti que le ocultas a todos—, pidió mirándome fijamente.

Me abracé a mi cuerpo recostándome de la meseta de la cocina. Le contaría cosas a este imbécil que a nadie le he contado y en parte me molestaba, no obstante, entendía que en algún momento tendría que hablarlo con alguien.  

—Esa noche salí a unos de los clubes nocturnos cerca del campus; Azumi quedó con un alguien para cenar, Zack iría con sus amigos a un partido de béisbol y Alina debía acompañar a sus padres a una exposición en una galería de arte, en resumen, mis amigos estaban ocupados y el único disponible era Flynn, quien en ese momento era novio de Alina, así que, quedé con él. Nora había iniciado con una serie de juicio en contra de Ronan por pedofilia y acoso, por otro lado, mi madre buscaba reclamar nuestros derechos como hijos de Martin De Santis, mi padre recién había descubierto que sus hijos no eran sus hijos y mi relación con James parecía tan imposible, necesitaba tomarme unos tragos o me volvería loca—, conté.
—¿Y saliste con el novio de tu amiga? —
—No en ese plan ¡Santo Dios! —, chillé, —Flynn y yo éramos amigos desde antes de él conocer Alina, de hecho, yo fui quien los presentó, pero luego de mi secuestro las cosas cambiaron y él se alejó de todos, rompió con Alina y ahora actúa como si ningunos de los cuatros existiéramos para él—
—¿Se alejó de los cuatros o solo se alejó de ti? —, indagó Max.
—Un día lo enfrenté, le reclamé por su indiferencia, me dijo que se sentía culpable por no haber cuidado de mi esa noche, prácticamente se echó la culpa de lo que me sucedió y…—, 
—Y es obvio que fue su culpa—, juzgó él.
—¡Claro que no! ninguno de los dos sabía lo que iba a pasar esa noche, recuerdo que tomé varias copas, luego… él se fue a la barra por más tragos, yo salí del club a tomar un poco de aire me sentía mareada y después… todo se volvió borroso, sentía que moría, me faltaba la respiración, comencé a temblar, escuchaba voces dentro de mi cabeza, risas…—, me detuve cerrando mis ojos al recordar el momento.
—¿Qué pasó después? —, preguntó Max acercándose a mí.

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now