Capítulo 73 (Nena, bésame)

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POV MIRTA DAVIS

​​​​​—No te alejes— me ordenó Hugo, me aferré a su brazo fuerte, pero la desesperación de las personas por salir del lugar me obligó a soltarlo.

<< ¿Qué era lo que sucedía?>>

—¿Hugo? — lo llamé en medio de la oscuridad inútilmente, los gritos de las personas dentro del salón amortiguaban cualquier intento de ser escuchada.

Choqué con alguien.

—¡Apártate! — gruñó esa persona empujándome.

Divisé una de las puertas de salida, moví mis pies apresuradamente intentando llegar a ella, no sé cómo demonios cruzaría a través de ella con tantas personas aglomerada allí.

—Déjenme salir— pedí formando parte de los salvajes que luchaban entre ellos para salir del salón.
—¡Quiero salir! — volví a pedir.
—¡Puedes callarte, estúpida! ¡todos queremos salir! — respondió un anciano.

Lo miré, su sombra era muy notoria.

—No le hables así— regañó alguien.
—Le hablo como quiero— refutó el señor.
—¡Es un anciano, grosero!
—Y usted una entrometida— respondió el anciano ejerciendo presión con su cuerpo empujando a la persona delante de él.

<<Genial>> en menos de un segundo había a un montón de personas empujándose entre ellas.

¿Existía algo peor que ver a una bandada de millonarios sintiendo que su vida corría peligro?

Me escabullí entre ellos como pude logrando salir; lo más sensato que haría una persona con sentido común era buscar la salida del hotel, sin embargo, reconocía que a veces el sentido común abandonaba mi razón, así que primero debía averiguar qué mierda era todo esto, y lo más importante, por qué él estaba aquí; esta era la oportunidad que necesitaba para hablar con él sobre Flavián y su regreso a la mafia.

Corrí en sentido contrario a donde iba todo el mundo, tuve que detenerme para quitarme mis tacones y sostener mi vestido.

"— Por favor huéspedes, les invito a mantener la calma, y localizar las salidas de emergencia del hotel, estamos ante un ataque terrorista, esto no es un simulacro, repito, esto no es un simulacro.”

Se podía escuchar por los altavoces de los pasillos del hotel.
Tomé las escaleras subiendo al segundo piso, los pasillos de las habitaciones se encontraban despejados, avancé.

—Detente— pronunció alguien detrás de mí.

<<Mierda>>

Me di vuelta, en ese instante Hugo apareció de la nada golpeando al sujeto en la cabeza con su arma, era uno de los que se hacía pasar por camarero, lo sabía por la máscara plateada que cubría su rostro.

—¿¡Se puede saber qué rayos haces aquí!?— rabió mi cuñado.
—Ah… yo… es que…
—Tu familia está fuera del hotel, tu hermana esta fuera del maldito hotel, conoces perfectamente la salida Mirta, ¡¿Qué haces en aquí?!— demandó Hugo saber.

Me quedé en silencio.

Él tomó mi brazo arrastrándome por el pasillo, pateó una de las tantas puertas abriéndola, metiéndome a la suite.

—Te quedas aquí, cierras la puerta, te metes al closet y no sales hasta que yo venga por ti ¿Entendiste?

No dije nada.

—¡Te hice una pregunta, mocosa ¿Entendiste?! — gritó.
—Sí— emití en un hilillo de voz.

Hugo me miró; cerró la puerta dejándome sola en la habitación. Barrí el lugar con mi mirada, mis ojos se detuvieron en la cama, era una simple suite.

Seduciendo a un Walton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora