Capítulo 84 (Espósame) Pre-final

6.6K 399 19
                                    

3/5
 

POV MAXIMILIANO O'CONNOR WALTON

—Estoy feliz de que hayas accedido a salir conmigo— comentó Will conduciendo, no sé a dónde diablos me llevaba.

—No accedí a salir contigo, me obligaste a venir contigo que es diferente— escupí.

—No seas aguafiestas, créeme no hago esto por ti, solo lo hago por ella.

—¿Por ella? — inquirí sin comprender.

—¿Alguna vez te hable de la mansión de los Davis en San Diego, Coronado?

—No, y no me importa— respondí.

—Es cerca de la playa.

—No me interesa— aseveré.

Will sonrió.

En ese momento miré por la ventana, hacíamos entrada a una especie de explanada o pista.

—Espero que sepas lo que estás haciendo— amenacé.

—Baja— ordenó deteniendo el auto.

Abrí la puerta saliendo, me coloqué mis gafas apoyando mi espalda del auto cruzando mis brazos. Lo miré.

—A mi no me mires así, fue idea de tu mocosa— se defendió.

<< ¿Mirta?>>

Otro auto hizo entrada al terreno << ¿Qué mierda estás haciendo Tinker Bell?>>

—Dime que no te prestaste para cumplir con el capricho de una chiquilla— critiqué.

—Estoy dispuesto a colaborar con todo lo que te joda a ti— confesó Will tratando de disimular su sonrisa.

Suspiré, el auto se estacionó en frente de mí, la puerta pasajera se abrió; alcé mi cabeza mirando al cielo, al parecer estaba rodeado de imbéciles, manipulables ¿Cómo era que podían hacerle caso a Mirta en sus locuras?

—Buen día, profesor O’Connor.

<<Mocosa de mierda>>

Despegué mi espalda del auto caminando a ella, la tomé por la cintura prendiéndome de su boca.

—Te dije que iría por ti— gruñí volviendo a besarla.

—Pero yo quise venir— respondió.

—Ok, ok, ya basta— refunfuñó Nora saliendo del auto al igual que Hugo.

—Cuñada— saludé solo para fastidiarla.

Levantó su mano mostrándome su dedo corazón.

—Ahora sé de donde aprendiste hacer eso— le susurré a Mirta besándola otra vez; sí, quería seguir hostigando a Nora.

—Ya sabes como son las cosas, una semana en San Diego, y la traes devuelta—informó Will— el historial de la señorita Davis, no aguanta un secuestro más.

—¿San Diego? — indagué llevando mis ojos a Will.

—Sí, San Diego, Coronado. Todos hemos coincidido en lo mismo, ambos necesitan unos días lejos de nosotros, y nosotros lejos de ustedes ¡Santo Cielos! Van a matarnos — manifestó mi primo —ni Chernóbil es tan tóxico.

Les tenía el stop perfecto a los chistecitos de Will.

—¿Julianne sabe que estas aquí con Nora?— le indagué borrándole la sonrisita de la cara.

Seduciendo a un Walton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora