Capítulo 11

7.6K 484 5
                                    

POV MIRTA DAVIS

"—James—
—¿Qué deseas? — preguntó.
—A ti— confesé.

James me besó con dulzura, llevé mis manos a su mejilla profundizando el beso. Su boca fue alejándose de la mía deslizándose por mi cuello, arqueé mi espalda cuando su mano aprisionó mi seno, apretándolo.

Gemí.

Sus besos fueron haciendo camino por en medio de mis senos, mordí mi labio inferior. James llevó su boca a mi pecho capturando mi pezón con sus dientes con delicadeza. Enterré mi cabeza en el colchón cerrando mis ojos con fuerzas, un cosquilleo recorría mi cuerpo.

—Si— jadeé mientras él chupaba, lamía y mordía mi aréola.

Mis manos fueron a su cuello arrastrándolo hacía cara, quería su boca, así que lo besé. Su lengua jugó con la mía suavemente, con ternura y primor; encendiendo mi llama, pero no apagándola.

James pasó su lengua por mi cuello descendiendo por mi clavícula, la deslizó por medio de mis pechos siguiendo a mi abdomen y deteniéndose en mi obligo donde introdujo su lengua logrando que mi vientre se contrajera.

Tragué en seco.

Continuó deslizando su lengua por mi bajo vientre hasta llegar al comienzo de mi monte de venus. Alzó su cabeza clavando sus ojos en mí.

— En mi cielo solo puede volar un ángel— expresó James pegando su boca a mi coño.

Jadeé abriendo mas mis piernas, buscando sentir su lengua, volví a cerrar mis ojos disfrutando de las sensaciones suaves y placenteras que me ofrecía él.

—Y en mi infierno ese ángel solo puede arder— gruñó alguien con voz profunda.

Abrí mis ojos inmediatamente encontrando a Maximiliano metido entre mis piernas.

—¿¡Qué demonios!? — vociferé intentando reincorporarme en la cama, pero Maximiliano hundió su lengua en mi coño arremetiendo contra mi clítoris jodidamente bien, con maestría, sabía perfectamente lo que hacía; sujetó mi cintura con sus manos arrastrándome por la cama para pegarme mas él, comiendo el coño como un maldito animal.

Grité, esto era demasiado para mí.

Mi corazón saldría de mi pecho si esto hombre no paraba, intenté llevar mis manos a su cabeza, Maximiliano capturó mis manos antes de que pudiera tocar su cabello, escaló por encima de mi cuerpo como si fuera una bestia salvaje rodeando a su presa, colocó mis manos por encima de mi cabeza sujetándolas con la de él.

Sus ojos solo expresaban una cosa, fuego, en ellos no existía la delicadeza ni mucho menos la diplomacia, estos eran los ojos del mismo diablo, quemaban todo a su paso.

Lo que mi cuerpo sentía ya no era placer, eran las llamas del infierno de Maximiliano O'Connor, prendía y destrozaba, reduciendo a cenizas todo dentro de mí.

Mis ojos fueron a su boca, él esbozó una sonrisa de lado destruyendo lo poco que quedaba de mi cordura. Necesitaba probar esos labios.

Maximiliano rozó su nariz con la mía, abrí mi boca acercándola a la de él y…

… Mi boca se incendió, el hombre sobre mi se adueño de mis labios con fiereza y bastante propiedad. Moví mis manos debajo de su agarré recibiendo un gruñido de su parte. Maximiliano introdujo su lengua dentro de mi boca sin pedir permiso, se comportaba como dueño y señor de ella, dominándola por completo, su lengua no buscaba jugar con la mía, su lengua quería que la mía cediera.

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now