Capítulo 78 (Una noche oscura I)

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POV AZUMI ZHANG

No me consideraba una persona violenta, pero las palabras de Max en mi cabeza hacían eco una y otra vez.

Solo tienes dos opciones, Azumi, dejar que ella acabe contigo o tu acabar con ella, y es claro que elegirás la segunda opción, así que más vale que no te dejes matar por la perra.

Tomé a Alina por el brazo dándole vuelta, propinándole una bofetada, mandándola al suelo; intenté subirme encima de ella, si embargo, sus pies fueron a mi barriga con fuerza enviándome al piso, quiso venírseme arriba en ese momento, pero fui más rápida que ella, la tomé por las muñecas colocándome a horcajadas sobre ella, sus manos fueron a mi cuello, cerré mi puño chocándolo con su mandíbula, obligándola soltarme.

—Siempre te odié ¡No sabes cuanto! — ladré pegándole en la cara, disfrutaba esto.
—No más que yo, ¡vulpeja barata! — gritó tomando uno de los tacones que dejé en medio de la sala, golpeándome en la frente, quitándome de encima de ella.

Se puso en pie corriendo a tomar su bolso, me paré del suelo de inmediato arrebatándoselo, una pistola salió del él cayendo al suelo.

Miré el arma en suelo, Alina también; se inclinó a tomarla, me moví por inercia pateándola lejos, ella quiso ir tras el arma, eché mano de su cabello haciéndola retroceder.

—Acabaré contigo y luego iré a tu propio funeral a consolar a tus padres como lo hice con Zack— escupió forcejeando con mi agarré.
—Tú lo mataste, lo mataste y después te presentaste delante de su tumba como si no hubieses hecho nada— lloré, apretando su cabello más fuerte entre mis dedos.

Su risa luciferina inundó el departamento.
—Sí, y lo haría otra vez de ser necesario; no solo a él, sino a cada persona que se meta en mi camino y tú estás metiendo en él— declaró dándose vuelta. 

Pegué mi cara a la de ella.

—Dormiste en mi cama, comiste de mi plato, bebiste de mi vaso, bailaste en mis fiestas, eres peor que un Judas—escupí.

La furia me cegó, mis ojos se rompieron al sentir impotencia; solté a Alina empujándola al sofá para correr a tomar el arma.
 

POV MIRTA DAVIS

—No hagas nada, yo hablaré con él— indicó James delante de mí.
—¿Hablar con él? ¿Crees que Armin vino a hablar? No seas estúpido, James— espeté nerviosa viendo como Armin Hooper se acercaba a nosotros.
—Saldremos de esto, te lo prometo— aseguró dando el frente.

Había elegido ser valiente para defender a los míos, sin embargo, no sabía cómo ser valiente para defenderme a mí, y era algo que parecía tan fácil para los demás, las mayorías de personas a mi alrededor solo sabían ser valientes para defender a ellos mismos. Sentía miedo, pero supongo que el miedo es el principio de la valentía.

—Siempre dudé de ti, pensé que no lo lograrías, pero la tienes, bien hecho James, ahora entrégamela— mandó Armin clavando sus ojos en mí.

Un frío recorrió mi espina dorsal.

—¿La quieres? Entonces, ven por ella— manifestó James tomándome del brazo colándome delante de él.

Armin esbozó una sonrisa.

—Eres un cobarde, por eso no tienes lugar; ni en la banda de delincuente con la cual te criaste entre los callejones de Minnesota, ni en la agencia de guardaespaldas, ni con los Davis, ni con nadie, porque las ratas como tú solo tienen lugar en las alcantarillas— espetó.

James se removió en su lugar.

—No eres nadie, no eres nada; ¿Pensaste que podías hacer lo mismo que Hugo? Enamorar a una chiquilla ricachona para tener lo que nunca pudiste tener. Traicionaste tus ideales, rompiste miles de reglas, le fallaste a la única familia que se ha preocupado por ti durante estos años, conspiraste contra la mujer que dices amar, le ocultaste la verdad y aun así te atreves a venir delante de ella ¿Para qué? ¿Para buscar su perdón? — continuó Armin hablando.

Seduciendo a un Walton Место, где живут истории. Откройте их для себя