Capítulo 70 (Pérdida)

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POV MIRTA DAVIS 

La historia de muchos: las cosas iban bien y de repente se terminó...

Mi historia: me enamoré del diablo hasta quemarme por él...

—Vamos a casa— dijo papá tomando mi mano.

—¡No!— gimotee quitando mi mano.

—Mirta, hija...

—Tu lo sabías— lloré encarandole.

Arnold se quedó en silencio.

—Arnold, qué demonios está sucediendo— gruñó mi madre acercándose.

—Solo quería verte feliz— confesó mi padre.

—¿Dejando que tu hija se enrede con un hombre casado? ¿Es la forma en cual te vengas de mi madre?

—Mirta, cariño, no sabes lo que dices, hablas por lo que estás sintiendo en este momento y eso no es justo— contradijo papá.

—¿Sabes lo que no es justo? Dejar que tú hija haga lo que a ti alguna vez te hirió — espeté.

Mi padre se quedó en silencio.

—Vámonos, mamá— pedí.

No soportaba ver más ojos sobre mí.

—Yo las llevo— manifestó James.

Reí de impotencia, es que lo escucho y no lo creo.

—¿James qué pretendes? Si todo esto es tu culpa,  ¡Tú fuiste el de la segunda invitación! ¡Tú lo sabías todo! ¡Es que te veo y te odio!— escupí empujándolo.

—Mirta— llamó el tío Lucas.

—James, dime que no es cierto— expresó Kiara.

James me miró.

—Te dije que él te haría daño, solo que tu escuchaste— declaró.

Sellé mi boca para no hablar, porque si lo hacía no sé en qué pararía todo esto.

—Ven, Mirta, te llevaré a casa—  anunció Nora. —encargate de esto— le ordenó a Hugo.

Caminé con mi hermana para salir de allí, dejando mi orgullo y mi dignidad por el piso delante todos; giré mi cara para ver a Max por última vez.

—Huye como la cobarde que eres— soltó sosteniendome la mirada.

No conoces el dolor hasta que miras a sus ojos y ves el rostro de la desepción.

Las palabras de mi mejor amigo golpearon mi cabeza como un rayo.

"Mirta, a veces el amor se trata de darle la libertad al otro de ser quien quiera ser; y no solo ser, lo que otros esperan que seas, es la demostración de amor mas doloras que existe, pero sin duda la más grande"

Zack me había metido, la demostración de amor más grande y dolorosa no era darle la libertad al otro de ser quien quiera ser, la demostración de amor más grande y dolorosa consistía en saber cuándo desaparecer de la vida de la otra persona...

Esperaba que Max desapareciera de mi vida.

***

Abrí la puerta de mi habitación quitándome las botas de un punta pié.

—Mirta.

Lancé mi bolso contra el espejo del tocador provocando que algunas cosas cayeron al suelo.

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now