Capítulo 80 (Una noche oscura III)

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POV MIRTA DAVIS 

—Despierta.

—Ummmm— mascullí entre una agradable sensación soñolienta.

—Despierta.

Esa horrible voz fastidiosa en mis oídos resonaba otra vez.

—¡Despierta!— gritaron. Abrí mis ojos de golpe sintiendo como el agua fría apaleaba mi cara, parte del agua se filtró por mi nariz, la tos no se hizo esperar.

Alcé mi cabeza buscando aire.

—Buen día, siento mucho interrumpir su profundo sueño, señorita Davis— anunció Armin con una cubeta en mano.

—Ayudame— supliqué mirando mi pierna —se infectará.

—¿Teme perder una simple pierna? Es mejor que perder la vida, en todo caso... Pronto estarás muerta— manifestó dándose vuelta.

—Armin, por favor.

—Estas tan acostumbrada a las traiciones que piensa que todo el mundo hará lo mismo, no voy a traicionar a Alina.

—Tú la amas— solté.

—No sabes lo que dices.

—Es lo único que te mantiene aquí, aún sabiendo que ella no está bien psicológicamente. Puedes ayudarla, yo puedo ayudarla... Pero si deja que Alina haga esto, lo único que obtendrás de ella es su propia muerte— declaré.

—Déjame ver si comprendo Mirta, quieres que limpie tu herida para evitar cualquier complicación con tu enfermedad, que desaté tus manos y tus pies, que te cargue en brazos hasta que atravesamos el bosque en el cual estamos, que te suba al auto y que te saque de aquí — expuso para luego reírse —¿Qué otra cosa quieres? ¿Que llame a Maximiliano y concerte una cita con él? Eres más estúpida de lo que creí.

—Armin...

—¿Piensa que todos en la mesa cantaremos la canción de la amabilidad? ¡Esto es una maldita guerra!— vociferó tirando la cubeta.

—¡Una guerra que ustedes iniciaron!— le recordé.

—No sabes el daño que tú familia le ha provocado, tener que verte cargar un apellido que no te corresponde y a ella si, verte llegar a los eventos y ser el centro de atención solo porque eres una Davis, Alina se ha preparado todos estos años para ser digna de ello, ella merece una silla en la mesa de accionistas de la firma de abogados Davis, merece más de lo que tú ha merecido, tu tía Charlotte acabó con la vida de su madre y por consiguiente casi con la de ella.

—No es mi culpa y lo sabes, me reclamabas por algo que está fuera de mis manos; nada de esto es importante, no más que sus vidas, huyan ahora que pueden, llévatela lejos, empieza una nueva vida con ella, porque en lo más profundo de tu interior sabes que si se quedan aquí no habrá un mañana, mi familia me buscará, Max me buscará— dije tratando de creer en mi propias palabras.

—¿Cuál familia, Mirta? Estás sola en esto, Max no permitirá que los Davis intercedan, quiere la cabeza de Alina, y si Lucas se entera de la existencia de ella, la guerra que se ha tratado de evitar entre los Walton y los Davis tendrá su estallido finalmente.

—La mafia— confesé sin comprender exactamente hacia donde me introduje con esta conversación.

—¿La mafia? ¿Qué sabes tú de la mafia? Los clanes italianos están guerra, todos quieren el poder, la policía estadounidense y los organismos internacionales están preparados para cualquier incidente que involucre alguno de esos clanes. Hugo es un hombre inteligente, confió en su buen juicio, sabe que no puede dejar que Max utilice a la mafia, habrá mucho en juego, el FBI ya presenció a un infiltrado dentro de sus oficinas, una de sus agentes está desaparecida y se presume que la tienen el clan de la Ndrangheta, los calabrés, la mafia más poderosa y rica del mundo, y su líder es Donovan Mcdermott. Harvey pertenece al FBI, que otro agente este involucrado en la mafia provocará un fuerte ruido, y un fuerte ruido terminara llamando la atención de Donovan, un fuerte ruido terminara revelando la verdad de Lucía Mcdermott ante todos, ante Lucas, un fuerte ruido hará que las familias más importantes de este país se declaren enguerra; los Walton, los Davis, los Simion, los Zhang, los Wilford, hasta los O'Connor....

Seduciendo a un Walton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora