Capítulo 23

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POV MIRTA DAVIS

—¿Crees que los hermanos Kutzenova asistan? —, preguntó Azumi conduciendo.

Debimos tomar un avión, tardaríamos seis horas en llegar a Minnesota, la última parada que hicimos fue para almorzar y ya me dolía el trasero de estar sentada.

—Para qué quieres saber eso—, respondí.

—Conoces a Kiara, puedes pedirle que te envié la lista de asistencia del evento, es la organizadora, así confirmaríamos si Gavrel Kutzenova asistirá—, propuso Azu.

—¡Santos cielos!, ¡No!, qué vergüenza —, chillé.

—Aguafiestas—, canturreó ella.

—Asistiré a la gala porque debo acompañar a mi padre, no es como si me interesara ver a los Walton alardeando de todo su dinero y mostrando su poderío en la cara de todos—, espeté.

—Pensé que te agradaban los Walton, hace tan solo un año matabas por trabajar en alguna de sus empresas—, me recordó Azumi.

—Me agradan, solo que me molesta que se crean los putos dioses, ¿Sabías que se reúnen en Oregón cada año para celebrar juntos las festividades de navidad? —, inquirí.

—Waooo, cuanta excentricidad—, criticó Azu.

—Van a las montañas nevadas a practicar snowboarding y se alojan en la mansión de Emerson Walton hasta que concluye el invierno, parecen manada—

— ¿Manada?, la manada déjalas para los lobos, ¿Qué contiene al diablo? ¿El infierno?, porque nena, eso es lo que son los Walton. Mi padre me contó que acaban de comprar una aerolínea—, informó Azumi.

—¿Aero qué? —, solté sin poder creerlo, —Controlan el sector hotelero, están presenten en el sector de la construcción y la arquitectura, ofrecen servicios financieros y asesorías en inversión, bienes raíces, incursionan en el mundo del vino, tienen una fundación para los más necesitados, ¿Ahora compran una aerolínea? ¿Qué quieren? ¿Sacarnos a todos y quedarse con este país? —, escupí.

Azumi sonrió.

—Debería ser ilegal crear un monopolio que se extiende a los principales sectores que impulsan la economía de nuestro país—, me quejé.

—Es que ellos son la ‘’Supremacy’’, amo a esa familia, el señor Emerson es una mente brillante y su hijo Erick es impresionante, cada año está presente en la lista de los hombres más influyentes según la revista Forbes—, expuso Azumi.

Miré por la ventana del auto visualizando el cartel que daba la bienvenida al Estado de Minnesota a un lado de la carretera.

—¿A casa de la señora Bernadette? —, preguntó Azumi.

—No, debo ir a casa de Nora primero, pasaré a buscar el vestido que utilizaré en la gala, es un obsequio de cumpleaños atrasado—, expliqué.

—¿Nos veremos mañana? —

—Lo siento, pero he quedado con mi padre para ir al spa, creo que no nos veremos hasta la noche de la gala—, manifesté.

— Descuida, en todo caso debemos aprovechar que estamos en Minnesota para estar con la familia—, comprendió Azumi.

                                                   

Seduciendo a un Walton Where stories live. Discover now